Canarias, pionera en la investigación de energías renovables y combustibles verdes

El Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), bajo la dependencia de la Consejería de Universidades, Ciencia e Innovación y Cultura del Gobierno de Canarias, ha dado un paso histórico al poner en funcionamiento la primera biorrefinería completamente renovable del archipiélago canario. Esta instalación, parte del proyecto Biogreenfinery, se presenta como una infraestructura única en España y de referencia en Europa. Su enfoque se centra en la investigación de la integración de energías renovables con tecnologías de hidrógeno y la utilización de hidrógeno verde en la producción de combustibles sostenibles.

Ubicada en las instalaciones del ITC en Pozo Izquierdo, Gran Canaria, esta nueva planta piloto desempeñará un papel clave en la descarbonización del sector del transporte y la movilidad en Canarias. Además, acelerará la transición energética de las islas, sentando las bases para una industria energética prometedora que fomente el desarrollo local, con beneficios significativos en términos sociales, económicos, medioambientales y de independencia energética.

Con una inversión cercana a los 6 millones de euros, financiada en su totalidad por el Gobierno de Canarias a través del Fondo REACT-EU, en el marco del instrumento europeo Next Generation EU, este proyecto pionero tiene como objetivo principal demostrar la viabilidad técnica y analizar la viabilidad económica de la producción de combustibles alternativos, como el hidrógeno verde y los combustibles sintetizados a partir de este elemento. Estos combustibles ofrecerán vectores energéticos para aprovechar las energías renovables en el transporte, llenando el vacío actual en el camino hacia los objetivos de descarbonización establecidos a nivel europeo, nacional y regional.

Además de su aplicación en el transporte terrestre, que incluye automóviles, autobuses y vehículos pesados, la nueva biorrefinería se centrará en la producción de amoniaco verde, destinado al transporte marítimo. También explorará la producción de futuros biocarburantes, como el queroseno de síntesis, para su uso en la aviación.

Esta instalación, que ocupa una superficie de 2.000 metros cuadrados, fue presentada y visitada durante la Conferencia Internacional de Hidrógeno Verde y Combustibles Sintéticos celebrada el pasado mes de octubre en Gran Canaria. El evento contó con la participación de destacados actores del sector energético a nivel mundial, incluido el grupo de expertos en hidrógeno de la Agencia Internacional de la Energía.

Principales características del proyecto

La planta experimental opera en modo de autoconsumo y está desconectada de la red eléctrica. Esto se logra mediante un sistema híbrido eólico-fotovoltaico-baterías-biodiésel que proporciona la energía renovable necesaria para producir hidrógeno verde y combustibles sintetizados derivados de este elemento. La planta demuestra la capacidad de gestión de la demanda que estas tecnologías podrían proporcionar en los sistemas eléctricos de las Islas Canarias.

A lo largo del año, el sistema híbrido generará la misma cantidad de energía que los procesos termoquímicos consumen, garantizando que la biorrefinería funcione completamente con energía renovable.

El ITC, sede mundial del combustible verde en transporte

Además de la producción de amoníaco verde, el proyecto Biogreenfinery también se dedica a experimentos con el uso de hidrógeno puro a presión en el transporte por carretera, incluyendo coches y autobuses. Para ello, se ha adquirido un segundo electrolizador capaz de generar hidrógeno a 350 bares. El hidrógeno producido se suministrará a un autobús equipado con una pila de combustible. Además, se han adquirido dos vehículos de hidrógeno para apoyar la movilidad en infraestructuras públicas del Gobierno de Canarias.

En esta fase, se ha instalado un gasificador para investigar la producción de nuevos combustibles a partir de la glicerina generada como subproducto en la producción de biodiésel. El gas de síntesis obtenido de la gasificación de la glicerina se puede utilizar para producir otros combustibles sintéticos orgánicos.

El proyecto Biogreenfinery también se enfoca en la valorización energética de aceites vegetales usados para obtener biodiésel a través de un proceso de transesterificación. Este biodiésel se utilizará para alimentar un grupo electrógeno que actuará como respaldo cuando la electricidad generada por la planta fotovoltaica y el aerogenerador no sea suficiente para cubrir la demanda de los equipos instalados.

La planta piloto, ubicada en Gran Canaria, está equipada con dos electrolizadores, un generador de nitrógeno, un reactor Haber-Bosch, sistemas de almacenamiento de gases, un dispensador para cargar vehículos de hidrógeno, coches de hidrógeno y un autobús propulsado por pila de combustible de hidrógeno. Además, la planta cuenta con un sistema independiente de generación eléctrica renovable, con una potencia fotovoltaica total de 325 kW, un mini-aerogenerador de 100 kW, un banco de baterías de 100 kW/400 kWh y un grupo de biodiésel de 200 kVA.