Educación

La Escuela de Arte acude al Diputado del Común ante los problemas de la sede

Las deficiencias del edificio coloca a los alumnos y profesores en situación de riesgo

Una de las aula de la Escuela de Arte y Diseño, precintada, antes los últimos desprendimientos.

Una de las aula de la Escuela de Arte y Diseño, precintada, antes los últimos desprendimientos. / LP / DLP

La Escuela de Arte y Superior de Diseño Gran Canaria acudirá al Diputado del Común por los problemas de la sede y la inacción del Gobierno de Canarias ante las continuas solicitudes de mantenimiento y reparación del edificio. «Las deficiencias coloca en situación de riesgo a alumnos y docentes en sus aulas», afirma Hermes Ortega, representante de la Comisión de Infraestructura del Claustro del profesorado, que ha anunciado que presentarán durante esta semana el escrito de queja.

La EASDGC, una de las Escuelas de Arte y Superior de Diseño más importantes de España, con 1500 alumnos y 145 docentes, viene desarrollando en los últimos 22 cursos su actividad en un edificio proyectado y construido de manera inadecuada, expuesto a la severa erosión de un ambiente marino y localizado junto a una vía rodada de máximo tránsito como es la GC-1. Esta situación de origen se ha agravado exponencialmente por la falta de mantenimiento de la administración responsable, encargada como propietaria de su mantenimiento y reparación.

«Casualmente, amanecimos la semana con el desprendimiento en el Aula de Cerámica. Hubo suerte de que cayó en fin de semana, pero demuestra que la situación es potencialmente peligrosa», asegura Ortega. El edificio se encuentra en un estado absolutamente deficiente frente al ruido de tráfico. Es imposible impartir docencia y seguir las clases con normalidad con el ruido de la vía. Todas las mediciones realizadas superan los niveles máximos permitidos por ley, incluso con las ventanas cerradas. Hay que hacer constar que no hay alternativa de ventilación de las aulas con ventanas cerradas en el edificio actual. Por otro lado, las cubiertas del edificio se encuentran en estado ruinoso, con la consecuente entrada de agua incontrolada en el edificio. Entra agua por las cubiertas metálicas inclinadas e incluso por las planas no metálicas; llueve en talleres, sobre máquinas y ordenadores; entra agua en aulas y departamentos, arrastrando excrementos de gaviotas; entra agua en zonas de tránsito, con el peligro de resbalamiento; hay cortes eléctricos por contacto directo; etc.

«Después de que estuvo la Comisión de Educación en el Parlamento de Canarias en diciembre pasado había un compromiso de la diputada socialista, en nombre del Gobierno, de hacer una intervención de urgencia en Navidad que no se ha realizado y, a día de hoy, tampoco tenemos constancia de que se haya licitado la obra, estamos a un mes del cambio de legislatura y no se han cumplido los compromisos», añade. El grupo socialista declaró que reconocía las deficiencias del edificio, y que licitarían un proyecto adecuado para resolver tanto el problema de las cubiertas como la exposición al ruido de la GC-1, y emprenderían de inmediato las reparaciones de urgencia necesarias, pero lo que se produjo fue una inacción total en este sentido. Pero es que, durante años, los diferentes equipos directivos de la Escuela han venido solicitando su intervención a las diferentes administraciones educativas, sin éxito.  

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