Una jornada electoral sin tensión en el 'votódromo' de Infecar en Las Palmas de Gran Canaria

Los votantes acuden de forma tímida, pero continua, durante la mañana, a los principales colegios electorales de Las Palmas de Gran Canaria

Ambiente en colegios electorales de Infecar y Canalejas

La Provincia

Si algo ha caracterizado a la jornada electoral del 9 de junio a las Elecciones Europeas, en lo que a Las Palmas de Gran Canaria corresponde, ha sido "una total y absoluta ausencia de tensiones entre los interventores o apoderados de los principales partidos políticos". Esa era la reflexión que destacaba Luis Alberto Henríquez Hernández, el presidente de una de las mesas del colegio electoral de Infecar, el mayor de toda la capital grancanaria, en donde estaban inscritos 7.200 votantes, y el más grande del Archipiélago con quince mesas electorales. Un recinto que si durante la pandemia fue bautizado como el vacunódromo, ahora hay quienes lo llaman irónicamente, utilizando el mismo juego de palabras, como el votódromo. "Estuve también como vocal en unas autonómicas hace quince años en Vecindario y no tiene nada que ver en cuanto a la confluencia de gente y, sobre todo, en cuanto a la tensión de los diferentes partidos políticos", señala Henríquez. "Aquí están muchos más tranquilos, aunque también es cierto que tampoco se juegan tanto, pero no hay tanta intimidad con el votante". Incluso añadía que "si superamos los 100 votos" de un censo de 400, el 20 % de electores, "ya sería un buen resultado". Las cifras de votantes, por tanto, se esperan mucho más bajas.

Otra presidenta de mesa en Infecar, Angie Sánchez Ruiz, subrayaba que no se habían producido muchas incidencias a eso del mediodía. "Solo lo típico, que la gente no sabe dónde está la mesa que le toca. O una mujer con mucha prisa que casi se deja el carnet". Pero también reconocía que, si en las anteriores elecciones se utilizó el Palacio de Congresos para las votaciones, la ubicación durante esta jornada electoral del Pabellón 7, ha resultado más adecuada, al ser un recinto mucho "más luminoso y confortable", donde todo estaba mucho mejor señalado y ordenado, aunque con el único inconveniente que resultaba un poco más complicado supervisar las cabinas con los votos, "situados en una zona apartada y a una considerable distancia de las mesas electorales", añadía la presidenta. Aquí también, y como siempre, a medida que avanza la tarde iba aumentando el número de asistentes. Un votante, de nombre Ángel Medina y de 65 años, señalaba que "para mí las elecciones europeas son tan importantes como las generales", y opinaba "que me parece un tremendo error que haya gente que no quiera votar hoy, ya que lo que se decide en Europa nos afecta mucho más en estos días que lo que sale de nuestro parlamento". Señores en silla se rueda se desplazaban sin problema por las rampas habilitadas para personas con movilidad reducida

En el colegio electoral de Canalejas, situado en el Instituto Politécnico, también hubo un amplio trasiego de votantes durante toda la jornada de ayer. Pero aquí las anécdotas las habían vivido personalmente los propios miembros de la mesa. "Todos somos suplentes", señalaba la vocal Alicia Banti. "Pero teníamos la corazonada de que no iba a tocar y es la primera vez que nos ha tocado a los cuatro, al presidente y a los tres vocales", afirmaba. Precisamente, la propia Banti, se presentó como cuarta suplente, se quedó porque una señora no se encontraba bien. "La vocal asignada sufría de ansiedad y, como yo tengo el mismo problema, me puse en su lugar, y le hice el favor". La presidenta de la mesa, Elena Domínguez, añadía que "aquí viene un votante mayor por ser el barrio de Arenales. "Pero hay mucho movimiento, pensaba que iba a haber aún menos participantes". Aquí se veían muchas familias, como una mezcla de generaciones, desde abuelos a nietos, que habían decidido ir a votar juntos.

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En el colegio electoral del Instituto Isabel de España los cuatro miembros de la mesa han sido voluntarios desde hace bastante tiempo. Por eso mismo, el presidente José Manuel Sánchez Alonso, reconocía que "en estas elecciones hay muchos menos votantes, pero más gente mayor, y no han aparecido casi interventores". Sin embargo, la excepción ha sido Vox, que desplazó a tres interventores para comprobar si todo transcurría normalmente. "También vino uno de Podemos, pero del resto de partidos nadie, cuando normalmente hay seis o siete". De hecho el apoderado de Vox reclamó que no había suficiente intimidad en la mesa de los votos . "Nosotros nos apuntamos en el juzgado y cobramos por ese trabajo, aunque solo sean 70 euros", recordaba el presidente. Aquí, sin embargo, la nota curiosa la puso una pareja que fue a votar con todas sus mascotas.

Ambiente electoral en los colegios del Cabildo de Gran Canaria y el Instituto Pérez Galdós

La Provincia

En el Instituto Pérez Galdós, los representantes de la administración reclamaron una ausencia de cartelería para señalizar bien las mesas. "Es solo un complemento para ayudar a las personas de tipo informativo", señalaba José García. Y en el colegio electoral del Cabildo, uno de los vocales, Francisco Medina, que había acudido como sustituto, destacaba que "aquí si ha habido mucho movimiento" y que el votante "era de mediana edad". En este colegio, llegó el joven Gabriel Morea Morales que con dieciocho años, votaba por primera vez. Tras depositar su elección, Morea reconocía que no tenía claro hasta hace una semana a quién iba a votar, pero "estos últimos días he estado haciendo investigación y no ha sido tan difícil". El joven opina que había sido una experiencia "bonito, algo nuevo", pero, sobre todo, "una oportunidad de adaptar el país a las necesidades de los jóvenes de hoy en día".