El retorno de Marco Aurelio y un líder "sorprendido" por el deterioro en el Sur

El líder de PP-AV en San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, vuelve a la política municipal después de cuatro años como consejero en la oposición en el Cabildo de Gran Canaria, y en su carrera hacia la alcaldía ha querido acercar al presidente del PP de Canarias y candidato a la presidencia del Gobierno regional, Manuel Domínguez, la otra realidad del primer municipio turístico del Archipiélago, donde existen varios centros comerciales en estado de deterioro o ruina. Y este último se ha mostrado cuanto menos «sorprendido». «Estoy decepcionado; me llevo una desagradable sorpresa, porque venir a Maspalomas es hablar de turismo y lógicamente esto no es un atractivo turístico», sostuvo Domínguez, «la actuación pública es urgente y necesaria».

Marco Aurelio Pérez regresa a la localidad que gobernó entre 2011 y 2019 con mayoría absoluta precisamente, explicó ayer durante una visita, «para que San Bartolomé de Tirajana vuelva a tener gente con ganas de trabajar, porque no podemos permitir el deterioro en que está el municipio por la desgana con la que ha funcionado el cuatripartito». Y quiere volver a ser alcalde para poner en marcha cinco líneas que considera claves: una reorganización administrativa, un plan de limpieza y mantenimiento de todas las instalaciones públicas, incluidas las playas, la renovación de las infraestructuras deportivas, la construcción de la residencia de mayores e impulsar la modernización turística.

Precampaña

La jornada de precampaña de este lunes comenzó para ambos candidatos desde bien temprano, Manuel Domínguez tomando un avión desde Tenerife a Gran Canaria y Marco Aurelio Pérez atendiendo sus obligaciones como consejero en el Cabildo. Hasta que se encontraron en el aeropuerto y juntos se trasladaron hasta el sur de la isla.

La primera parada de una visita de unas cinco horas la realizaron en el entorno del Templo Ecuménico, donde Pérez explicó a Domínguez el funcionamiento del espacio y las distintas confesiones religiosas que allí se congregan. Minutos después se acercaron a los cercanos centros comerciales Plaza y Metro, cuya estampa, cerrados y precintados en pleno corazón turístico del municipio, impactó al presidente de los populares canarios. «Mire que he pateado Canarias, y que no se aproveche este entorno y su clima para atraer turistas y que todo esté modernizado y bonito...», reflexionó Domínguez, «estoy asombrado». Ambos coincidieron en la necesidad de otorgar mayor edificabilidad a los centros comerciales obsoletos para que a sus propietarios les sea rentable renovarlos.

Domínguez apuesta por que los dos gobiernos vuelvan a integrarse en el consorcio turístico

La ruta de Pérez y Domínguez continuó por el paseo Costa Canaria, donde se acercaron hasta la parcela del toboplaya, adquirida oficialmente por el Ayuntamiento en septiembre de 2022 con el objetivo de limpiarla y construir un mirador. Ante ese escenario, Domínguez aludió al «divorcio» entre la inversión pública y la privada, después de que fueran muchas las empresas turísticas que aprovecharon el parón por la Covid-19 para renovar sus espacios. «Hay un desfase brutal».

El líder popular no ocultó a Marco Aurelio Pérez y todo su equipo su «decepción» por ver deteriorado un espacio clave para la economía del municipio turístico y abogó por que los gobiernos central y autonómico vuelvan a formar parte del Consorcio Maspalomas Gran Canaria. «Es una barbaridad, hablamos de turismo. Turismo», señaló, y Pérez le recordó que el municipio ha perdido varias banderas azules en su costa. Domínguez diferenció «las dos Maspalomas», en relación a Meloneras, un área más renovada.

Entre «decepción y decepción», Pérez y Domínguez tuvieron oportunidad de conversar unos minutos con taxistas de Playa del Inglés, quienes le demandaron que, si alcanzan sus respectivos objetivos, «traigan más gente, más turistas» para ellos poder tener más trabajo. Minutos antes, Domínguez recordó cómo de niño jugaba con su patinete por Playa del Inglés.

La visita condujo a ambos candidatos hasta la peluquería de Paco Montesdeoca, donde pudieron conversar sobre lucha canaria, dado el pasado del peluquero como luchador. Y de allí, a la Avenida de Gáldar, en la zona residencial de San Fernando, donde conversaron con vecinos sobre la suciedad que éstos observan en la zona. Allí, la comitiva llamó la atención de más de una persona, y hasta una vecina llegó a preguntar si había rebajas en una tienda de colchones por el tumulto de personas frente al escaparate.

Tras una parada técnica para tomar agua para soportar el fuerte calor, la ruta continuó hacia Castillo del Romeral. Allí Pérez mostró a Domínguez las actuaciones de rehabilitación que su grupo llevó a cabo con fondos del Cabildo cuando éste era alcalde y ambos lamentaron que un espacio tan llamativo como el litoral de este barrio tenga el pavimento deteriorado y las palmeras sin podar. Tuvieron ocasión de conversar con Andrés Herrera, exconsejero insular de Turismo. La visita finalizó con una comida de equipo en la cofradía de pescadores de Castillo del Romeral.

La jornada de los candidatos continuó con agendas separadas. Marco Aurelio Pérez dedicó la tarde a reunirse con vecinos de la urbanización Las Palmeras, Lomo Gordo y Lomo Perera para atender sus demandas y elaborar su propuesta electoral, mientras que Manuel Domínguez se reunió en Las Palmas de Gran Canaria con representantes de las escuelas infantiles de Canarias; luego tomó el avión de vuelta a Tenerife y concluyó su jornada con una entrevista en Puerto de la Cruz.

Domínguez se marchó con un sabor de boca agridulce, pero con la aspiración de reimpulsar el Sur si alcanza la presidencia del Gobierno canario. Y definió su candidatura como un «salto experiencial» en el que combina el «sacrificio» de estar mucho tiempo fuera de casa y su capacidad para estudiar todos los problemas de las islas. «Hay que ser muy preciso, siento que estoy en un examen constante», concluyó.