Un abogado que quiera ejercer su profesión, un farmacéutico que abra una farmacia o un arquitecto que vaya a visar sus proyectos necesita estar colegiado. Hay colegios profesionales que existen desde hace siglos, y actualmente una gran parte de las profesiones solamente pueden ejercerse si se está colegiado.
El Colegio de Farmacéuticos de Valencia puede afirmar que es el más antiguo del mundo. Fue constituido el 20 de marzo de 1441 y su fundación fue concedida por doña María de Aragón y Sicilia, esposa de Alfonso el Magnánimo. Los farmacéuticos valencianos celebraron el 22 de diciembre de 1443 su primer Capítulo de elección de rectores en la que entonces era su sede, ubicada en la capilla del Monasterio de Santa María Magdalena, que fue proclamada patrona del colegio. Fue el de Valencia el primero en establecer la colegiación obligatoria, previa al ejercicio profesional, y en regular el establecimiento de nuevas farmacias. La jurisdicción del colegio valenciano llegó a alcanzar a todo el Reino. Fue además el primero de la Corona de Aragón en disponer de una Concordia Farmacéutica para la elaboración y valoración de los medicamentos compuestos, y le cabe el honor de elaborar la primera Farmacopea Oficial Española. A mediados del siglo XX cumplió 500 años de vida. El Colegio Notarial de Valencia se halla documentado de forma ininterrumpida desde 1283, lo que lo convierte en el más antiguo de España. En el colegio del Corpus Christi, conocido como del Patriarca, se guardan casi 30.000 documentos notariales desde 1300 hasta finales del siglo XIX, un archivo único en Europa.
Fue en 1927 cuando se crearon los colegios de arquitectos en España sobre la base de las sociedades que existían hasta aquel momento, constituidos ya con el Gobierno de la Segunda República en 1931. Durante estos años, los seis colegios iniciales han dado lugar a los veintiséis actuales, mientras que los casi mil arquitectos de entonces hoy están cerca de cincuenta mil.
El Ilustre Colegio de Abogados de Valladolid es el más antiguo de España, seguido por el de Zaragoza y el de Madrid, respectivamente. Fueron los Reyes Católicos quienes sembraron la semilla del Colegio de Abogados de Valladolid a finales del siglo XV en la Chancillería. La institución nacía el 19 de marzo de 1592, fecha en la que fueron confirmadas y aprobadas las Ordenanzas de la Hermandad y Cofradía de los Abogados de Valladolid, que velaba por los compañeros de profesión organizándose para atender a los compañeros letrados en caso de que cayesen en la pobreza, como por que se impartiese la justicia con honestidad y por que también fueran respetados los derechos del reo.
Más tarde, los abogados vallisoletanos de finales del siglo XVI impulsaron los valores sobre los que se asentó la nueva sociedad de la época: el humanismo, la solidaridad y la justicia.
