La modalidad de contrato de alquiler con opción a compra es un tipo de arrendamiento por medio del cual el propietario de la vivienda da la potestad a su arrendatario a través de una cláusula para decidir con el tiempo la compra de la casa.
La sensación que tienen las personas que eligen esta opción de alquiler es que no están tirando el dinero a la hora de pagar la mensualidad por un inmueble que no será suyo, sino que están haciendo una inversión de la que será su futura vivienda al mismo tiempo que cumplen con los pagos. Una parte de esa renta de alquiler se hace a cuenta de la futura compra del inmueble.
En la citada cláusula de la opción a compra en el acuerdo contractual se regula todo lo relacionado con la compraventa. Se determinan el precio, así como el plazo establecido para tomar la decisión. La facultad de adquirir la vivienda es una opción, no una obligación, que tiene el arrendatario de hacerlo.
La OCU detalla que existen tres tipos de precios implicados en el contrato:
- La renta del alquiler
- El precio al que se valora el inmueble para su futura venta
- La prima que paga el arrendatario por obtener esa opción de compra
La facultad de adquirir la vivienda es una opción, no una obligación, que tiene el arrendatario de hacerlo
¿Qué duración tiene el contrato con opción a compra?
La duración del contrato con opción a compra se podrá pactar de forma libre entre el propietario y el inquilino.
Si fuera inferior a cinco años, o a siete años si el arrendador fuese persona jurídica (empresa), y llega la fecha de vencimiento, el contrato podrá prorrogarse obligatoriamente por plazos anuales hasta que se alcance una duración mínima de cinco o siete años.
El plazo para ejercitar la opción de compra la acuerdan ambas partes, pero hay que destacar que el mismo no puede ser superior al periodo de duración del alquiler.
En la mayoría de los casos, la prima que se va pagando de la mensualidad del alquiler, se descontará del precio final de la compra de la casa, pero también el arrendatario podrá perder ese dinero si finalmente decide no ejercitar su derecho a compra.
Ventajas e inconvenientes para el inquilino en el alquiler con opción a compra
- Puede efectuar la compra de la casa en cualquier momento del alquiler
- Una parte de lo que paga del alquiler se descuenta del precio final de la venta
- Si finalmente decide no comprar, perderá el dinero que ha ido aportando para la futura compra
- Como el precio de la casa ya estaba pactado con anterioridad, en caso de que el valor de mercado de la misma fuera inferior, no podrá beneficiarse de esa rebaja
Ventajas e inconvenientes para el propietario en el alquiler con opción a compra
- Si el inquilino decide no comprar, se queda con la prima que ya le ha pagado el inquilino
- Gana dinero con el alquiler desde el primer momento del arrendamiento sin esperar a la hipotética venta de la casA
- Goza de beneficios fiscales por el alquiler de la casa
- Sin embargo, si lo que quiere es vender la casa pronto o si le llega una buena oferta, tiene que esperar al plazo pactado con el inquilino para que este ejercite su derecho de compra
- Si finalmente, el inquilino no se queda con la vivienda, ha perdido el tiempo pudiendo habérsela vendida a otro comprador
- Si el precio de venta sube en el mercado, como ya lo tenía pactado con el inquilino previamente en el contrato, se quedará sin ganar esa diferencia
Aunque el alquiler con opción a compra es una fórmula poco habitual, tanto el propietario como el inquilino deberán valorar muy bien lo que mejor se ajuste a sus intereses y necesidades, tanto si optan por el arrendamiento convencional como si lo hacen por el la opción a compra.
