Revuelo en el acuartelamiento del Regimiento de Infantería Ligera Soria 9. La noticia publicada por La Provincia sobre la detención de un militar procedente del citado estamento militar fue acogida con una enorme sorpresa por la tropa y la mayor parte de los mandos. Sólo unos pocos, los de mayor rango militar, estaban al corriente de la supuesta implicación de uno de sus soldados en la muerte de la periodista argentina, ocurrida a finales del pasado mes de octubre en Puerto del Rosario.

El presunto autor de la muerte de Lorena Mazzeo Olivera ( Santiago de Estero, 1982) fue trasladado este jueves hasta el Centro Penitenciario de Tahíche, en la isla de Lanzarote. El día anterior había declarado durante más de cuatro horas ante la juez titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6, Ana Moreno Valenciano, quien decretó su ingreso en la cárcel.

Los soldados del Soria 9 salieron este jueves, como todos los días, a ejercitarse a primera hora de la mañana por la avenida marítima de Puerto del Rosario. Tras llegar al acuartelamiento, tanto los militares de base como sus mandos comenzaron a recibir la noticia de que el soldado F. D. C. había sido detenido por los agentes de la Policía Judicial y del Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) como presunto autor de la muerte de la mujer de nacionalidad argentina.

La incredulidad se instaló en un primer momento entre los componentes de la 5ª Compañía, a la que pertenecía, o en el grupo de Mando y Apoyo (Mapo) porque sus compañeros no daban crédito a la noticia, que corrió como la pólvora no solo por el interior del acuartelamiento sino por el resto de las dependencias militares.

Desde la cantina de la tropa hasta la Residencia de Militares, donde sólo acuden los mandos intermedios y oficiales, la conversación fue la misma durante toda la mañana. La detención del militar causó un enorme impacto en el Regimiento de Infantería Soria 9.

"Esto es un caso aislado. No se puede meter a todo el estamento militar ni siquiera el nombre del Soria 9 en este caso. En un colectivo de más de medio millar de personas siempre puede ocurrir algo, pero nunca pensamos que algo de esta magnitud", apunto un mando militar a este periódico.

F. D. C. nació en la población de Aldeamayor de San Martín (Valladolid) en septiembre de 1988. Lleva varios años en el Ejército. Vivía en el interior del acuartelamiento desde hace meses como consecuencia de que tuvo que abandonar el domicilio familiar. "Ni siquiera el compañero de camareta estaba al corriente de lo que había hecho. Se comportaba con total normalidad. Nunca mencionó absolutamente nada de esto que ha salido ahora en los periódicos. Trabajaba a tope y no dio muestras de nerviosismo o preocupación. Ha sido una enorme sorpresa", apuntó un compañero del Regimiento.

La mujer argentina falleció el pasado 23 de octubre en extrañas circunstancias. Su cuerpo apareció semidesnudo en el interior de la bañera en su domicilio, con el cordón de la ducha enrollado en su cuello pero sin signos externos de violencia. La autopsia reveló que murió por asfixia. El rastreo del teléfono móvil de la víctima determinó que la última persona que estuvo con Lorena fue el citado militar.