La Guardia Civil ha iniciado una fase de investigación sobre la red de tuberías del Consorcio de Abastecimiento de Aguas de Fuerteventura (CAAF) dado que varios kilómetros tienen compuestos de amianto, un material que se encuentra prohibido por la legislación europea y nacional, al ser un riesgo para la salud. Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) investigan este hecho tras recibir una denuncia, no solo sobre el uso de este material prohibido en las redes de distribución de agua potable sino porque los trabajadores manipulan las conducciones de fibrocemento, especialmente para reponer averías, sin ningún tipo de protección. Los agentes también han inspeccionado los depósitos de almacenamiento de agua de La Herradura, donde han detectado que los mismos se encuentran destechados y que su situación supone un riesgo de contaminación. El comité de empresa alertó en 2016 al presidente del CAAF del uso indebido de las conducciones de amianto.
Una vez finalizado el informe policial, el mismo fue remitido a la Fiscalía de Medio Ambiente que deberá determinar si existen los presuntos delitos: contra la salud pública por el uso de redes de amianto o uralita para la distribución de agua potable; contra el medio ambiente por la contaminación de suelos por el acopio de tuberías de fibrocemento en las dependencias del CAAF, y contra los derechos de los trabajadores que manipulan este material, al infringirse las normas de prevención de riesgos laborales al no facilitarse los medios necesarios para el desempeño de esta labor con las medidas de seguridad e higiene legalmente establecidas.
El CAAF es una empresa pública integrada por el Cabildo de Fuerteventura, que dispone del 60% de las acciones y de los seis ayuntamientos majoreros que agrupan el 40% restante. Desde hace tiempo se viene poniendo el entredicho la gestión no sólo con respecto a la política de personal sino por las numerosas pérdidas de agua y los cortes del suministro. Tanto es así que se pierde por la red el 46% del agua producida.
Los agentes del Seprona han realizado una inspección ocular a los depósitos de La Herradura donde se almacena agua para la posterior distribución y han comprobado que se encuentran con los techos deteriorados con el riesgo por contaminación por elementos externos. Asimismo, han realizado un reconocimiento a las instalaciones del CAAF donde han podido comprobar como existen tuberías de amianto acopiadas e incluso han inspeccionado diversas arquetas para corroborar la existencia en la conducción de agua de redes de fibrocemento.
El Consorcio de Abastecimiento de Aguas de Fuerteventura utiliza actualmente tuberías con componentes de amianto para suministrar agua potable. La mayor parte de estas conducciones de fibrocemento se localizan en Puerto del Rosario. A pesar de las prohibiciones del asbesto o amianto todavía este tipo de tuberías, conocidas popularmente como de uralita, conducen agua a los domicilios. Además, con la crisis económica en muchos hogares se consume el agua que produce el Consorcio a través de la desalación de agua de mar por osmosis inversa. La red de amianto se encuentra deteriorada por su antigüedad lo que provoca numerosas averías. Ante esta situación, los trabajadores tienen que manipular de forma repetida este material para reponer el servicio. Durante la manipulación se encuentran expuestos a un riesgo para la salud por la inhalación de polvo o microfibras por el desprendimiento del amianto, dicen el comite. Pese a la prohibición europea y estatal, desde 2002, la realidad permanece oculta bajo tierra. El CAAF puede tener en el municipio capitalino cerca de 12 kilómetros de tuberías de fibrocemento.
