Una iniciativa ciudadana ha puesto en marcha una campaña en las redes sociales para evitar el expolio de la playa de El Hierro, en el municipio de La Oliva, a la que se le conoce popularmente como 'la playa de las palomitas', donde los desaprensivos arrasan con ejemplares de algas fósiles en forma de palomitas de maíz. Hasta 10 kilos diarios desaparecen de esta zona del litoral majorero poniendo en peligro su entorno natural.

Desde diversos ámbitos se han realizado llamamientos públicos con el objetivo de evitar dañar los citados fósiles llamados rodolitos. A la iniciativa emprendida en su día desde el Ayuntamiento de La Oliva y la Fundación Telesforo Bravo se une ahora esta campaña ciudadana.

Un grupo de vecinos han grabado un vídeo en varios idiomas, tales como inglés, alemán, francés, español, entre otros, para concienciar a los miles de visitantes que llegan a Fuerteventura e incluso a la propia población local, de la necesidad de proteger la playa y evitar la desaparición de los rodolitos.

El Ayuntamiento de La Oliva puso en marcha el pasado mes de marzo una campaña denominada Pasa sin huella por La Oliva con la colaboración de la Fundación Telesforo Bravo, y que concluyó en diversos mensajes de protección y respeto al medio ambiente a través de unas jornadas divulgativas en el Auditorio de Corralejo.

Cada vez el frágil y débil territorio majorero está sufriendo agresiones, como la aparición de elementos artificiales propios de la actividad humana en el medio natural. La proliferación de montículos de piedra, pintadas, inscripciones o grabados, pueden estar dañando gravemente espacios de valor natural o paisajístico, yacimientos arqueológicos, o bienes de interés cultural.

Imagen viral

El asunto de la playa majorera se hizo viral con el hashtag #PopCornBeach, el sobrenombre conocido popularmente en Istagram, cuyas primeras imágenes aparecieron en junio de 2015 por su arena en forma de palomitas de maíz, pero en realidad se trata de algas calcáreas, fósiles llamados rodolitos, que tienen un gran valor y que desde que se hizo famosa por la peculiaridad de su arena está siendo expoliada.

La condena de la playa de El Hierro por la difusión de la peculiaridad de su arena sigue incrementándose. Buena prueba de ellos es que a día de hoy aumenta de forma considerable las fotos subidas a las redes sociales, lo que despierta el interés de visitantes y población local.

En el aeropuerto de Fuerteventura y en algunos de los puertos majoreros se ha detectado la presencia de bolsas de rodolitos en equipajes de visitantes. " Hasta 10 kilos al mes de estas algas calcáreas desaparecen de la playa de El Hierro", señalan fuentes municipales a este periódico.

En otras ocasiones han sido los vigilantes de Medio Ambiente quien han informado a los turistas que no cojan rodolitos.