Cofete celebra sus 200 años con un libro que recorre su trayectoria

La conmemoración de los 200 años del poblado de Cofete, efemérides que celebra con un programa de actos el Ayuntamiento de Pájara, comenzó hace escasos días con la presentación del libro de Rosario Sanz ‘Nada fue en balde’. Hasta el próximo 17 de marzo se prolongarán las actividades.

Cofete forma parte de la historia majorera. Por ello, la industria del cine y el sector editorial han encontrado en el citado caserío un espectacular escenario de peliculas o como inspiración literaria, al margen que aguarda en sus entrañas una pureza natural que transporta al misterio.

El acto contó con la presencia del alcalde de Pájara, Pedro Armas, del presidente del Cabildo de Fuerteventura, Sergio Lloret, de parte de la Corporación local y de la escritora Rosario Sanz. Además, el acto estuvo amenizado por la violinista Marilina Drobreva.

El regidor agradeció la presencia de los vecinos y vecinas que acudieron a la presentación y destacó el trabajo de Rosario Sanz en un libro «cuyos renglones describen sensaciones que nos harán sentir como si paseáramos por la playa de Cofete o viéramos el mundo desde el Mirador». Además, añadió que «esta presentación es el comienzo ideal para celebrar los dos siglos de historia de Cofete. Siempre me ha gustado llamar a esta zona del municipio ‘la Octava Maravilla’ y los que ya han estado aquí me entenderán.

El 17 de marzo será el broche final a la programación para celebrar el bicentenario de Coifete con la conferencia de Juan Carlos Winter, hijo del ingeniero constructor de la misteriosa villa que ha estado rodeada desde los inicios de su edificación en 1941, por misterios, mitos y leyendas nazis. Asimismo, la agenda de actos concluirá con una ofrenda floral en el cementerio de Cofete, construido a pie de la misma playa.

La decadencia del caserío se produce, tras la llegada de Winter, según las autoras

Las historiadoras Rosario Cerdeña e Inmaculada Pérez han investigado en profundidad la historia de la aldea de Cofete. Recogen en un libro que en 1819 ya se habían establecido allí algunas familias y en 1823 ya había 28 familias en la zona. La colonización de la zona fue llevada a cabo por arrendatarios de los condes de Santa Coloma, que eran los dueños de la Dehesa de Jandía..

Su mayor desarrollo se localiza a partir de la década de los años sesenta del siglo XIX. El caserío contaba con una ermita desde 1838 y en 1860 disponía de varias casas de una planta y 24 chozas, en las que vivían unas 67 personas. Por entonces ya funcionaba el cementerio, sin muros.

El ocaso del caserío, según las citadas historiadoras, se produjo entre 1949-50 por las medidas adoptadas por el alemán Gustavo Winter, que entonces era arrendatario de la dehesa de Jandía. La llegada de Winter supuso importantes cambios en la zona. Potenció el desarrollo de Morro Jable, donde estableció su residencia, y prohibió la siembra en Cofete. Con ello los medianeros se vieron obligados a abandonar el lugar para buscar nuevos horizontes para sacar adelante a sus familias.

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