Día de los Difuntos | Recordando a seres queridos

«Besos al cielo para Paco y mis papás»

Los cementerios majoreros se llenaron de voces y de bullicio para recordar a los seres queridos

El camposanto de La Oliva habilita un espacio para los bebés fallecidos

Un grupo de personas en el cementerio de Tuineje, que todavía acoge tumbas en el suelo, que acudieron a recordar a sus difuntos.

Un grupo de personas en el cementerio de Tuineje, que todavía acoge tumbas en el suelo, que acudieron a recordar a sus difuntos. / La Provincia

Los majoreros acudieron ayer en masa a los diferentes cementerios de la Isla para tributar un recuerdo a sus seres queridos. En todos los camposantos, los doce que se localizan en el territorio insular, se vivieron momentos de emoción y mucho dolor, especialmente entre las familias que recientemente han perdido a sus parientes más cercanos. Las misas en los cementerios fueron seguidas por numerosos vecinos.

María del Carmen, una vecina del municipio de Puerto del Rosario, no puede disimular sus lagrimas ante la tumba de su marido, fallecido el pasado mes de marzo. Le embarga la tristeza, soledad, confusión y mucho dolor. A su lado, su único hijo la abraza y trata de consolarla de forma infructuosa ante las emociones que la engullen de angustia y la sensación de vacío. A pesar de esos momentos difíciles limpia la lápida y la adorna con un ramo de flores de rosas fusionadas con lirios, crisantemos y calas, mientras que en el más profundo de los silencios le dedica una oración, no solo a su pareja, sino a sus padres que se encuentran en el mismo camposanto. En ese ambiente emotivo y doloroso sólo logra pronunciar entre lagrimas: «Besos al cielo para Paco y mis papás».

Una pareja limpia una lápida y deposita flores a sus seres queridos en La Oliva. | | LP/DLP

Una pareja limpia una lápida y deposita flores a sus seres queridos en La Oliva. | | LP/DLP / LA PROVINCIA/ DLP

Los cementerios de Fuerteventura registraron ayer una afluencia masiva de vecinos. Unos espacios sagrados donde el silencio habitual se rompió por el ambiente de vida, de ruidos o de voces donde los majoreros se acercaron para tributar un recuerdo a sus seres queridos difuntos y llevarles flores en su recuerdo.

De norte a sur los majoreros vivieron con sentimiento, pasión y mucho dolor el Día de Todos los Santos. Los doce cementerios que atesora Fuerteventura se vistieron de gala para celebrar la citada efemérides. Dos de ellos, el de Cofete y Puerto Cabras se encuentran en desuso aunque mantienen intactas las tumbas. El primero data de 1819 y alberga unos 200 enterramientos. El 1956 se dio sepultura al último vecinos. El segundo se construyó en 1897 y acogió muertos hasta el año 1970.

Numerosas personas se dieron cita en el cementerio de Pájara, ayer. | |  LP/DLP

Numerosas personas se dieron cita en el cementerio de Pájara, ayer. | | LP/DLP / LA PROVINCIA/ DLP

En Tuineje, los vecinos madrugaron para depositar en las tumbas de sus fallecidos ramos de flores en su memoria. Juan Manuel Santana, que tiene enterrados a varios familiares, señalo a este periódico que «la muerte de un ser querido es una experiencia dolorosa y difícil de superar. Vengo todas las semanas porque mis padres me han dejado una profunda huella».

Novedad

La principal novedad en este Día de Todos los Santos en la isla de Fuerteventura, se localizó en el cementerio de La Oliva donde el Ayuntamiento norteño creó un espacio donde se tributa el recuerdo a los bebés muertos.

En el monolito destaca una placa con la frase de Un instante en nuestras vidas, para siempre en nuestros corazones, en recuerdo para aquellos hijos o hijas que fallecieron precozmente ante o poco después de nacer.

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