Los tres procesados por insultos racistas en Fuerteventura niegan haber humillado a una menor africana

La denunciante asegura que escuchó una serie de insultos procedentes de un vehículo con varios jóvenes en su interior mientras paseaba con su perro por un acantilado de Gran Tarajal

Los tres procesados por insultos racistas en Fuerteventura niegan haber humillado a una menor africana

Televisión Canaria

Los tres jóvenes de Fuerteventura acusados de haber humillado a una menor africana con insultos racistas han negado los hechos durante el juicio. Han alegado que fue una cuarta persona que iba con ellos en el coche, menor en aquellos momentos, quien pronunció la palabra «conguito» en un contexto de rapeo y porque «rimaba con perrito».

La sección primera de la Audiencia de Las Palmas ha celebrado este martes en Fuerteventura el juicio contra tres acusados por un delito de odio. La Fiscalía pedía dos años y tres meses de prisión después de que en abril de 2021 supuestamente insultaran, desde su vehículo, a una menor mientras esta paseaba con su perro en la zona de Gran Tarajal.

El escrito de la Fiscalía recoge cómo los tres jóvenes dijeron comentarios xenófobos contra la joven y lanzaron expresiones como «negra de mierda, conguito». Además, instaron a la joven a que se «largara de aquí».

La joven grabó los hechos y les denunció

La joven ha explicado ante el presidente del tribunal, Pedro Herrera, cómo el 4 de abril de 2021, mientras paseaba con su perro por un acantilado de Gran Tarajal, escuchó una serie de insultos procedentes de un vehículo con varios jóvenes en su interior.

«Cuando miré hacia arriba, vi un coche con un montón de chicos. Cuando subí no tuve dudas de que era ese coche», ha aclarado. A continuación, se acercó al vehículo y empezó a grabarles con el móvil. Les recriminó los comentarios que habían lanzado hacia ella. Más tarde, acudió al cuartel de la Guardia Civil donde presentó una denuncia acompañada del vídeo que había grabado.

Durante el juicio, la joven sólo ha podido reconocer a uno de los tres acusados que se encontraban en la sala. En el momento de los hechos, había cuatro jóvenes en el vehículo, uno de ellos era menor y ha intervenido en la vista oral como testigo.

Llamó a su madre llorando

Durante su declaración, la madre de la joven ha relatado cómo su hija la llamó ese día llorando. «Le dijeron de lo último y llegó desalada. No ha vuelto más a ese sitio por miedo y está con psicólogos», ha relatado la madre mientras pedía al tribunal daños y prejuicios para la joven.

Los tres acusados han explicado que se encontraban en la zona, sentados dentro del vehículo del padre de uno de ellos, fumando y rapeando cuando vieron acercarse hasta el coche a una joven que les estaba grabando e insultando por, supuestamente, haber proferido contra ella comentarios racistas.

Los acusados niegan los hechos

Los acusados han negado ante la sala haber insultado a la joven y haber dicho frases como «negra de mierda» o «lárgate de aquí». En cambio, sí han asegurado que el cuarto de los pasajeros, que ha declarado como testigo, dijo la palabra «conguito» en un contexto de rapeo.

«No hubo insultos, pero sí se dijo conguito en un contexto de la canción», ha relatado uno de ellos después de haber visto el perro y es que, según este «perrito» rimaba con «conguito». «Se dijo conguito en referencia a la chica, pero sin ofenderla», ha asegurado otro de los acusados.

Los tres han negado haberse puesto de acuerdo para apuntar hacia el testigo, menor en aquellos momentos, como la persona responsable de haber pronunciado la palabra «conguito». El testigo, que se encontraba sentado en el lado del copiloto ese día, ha confesado haber dicho la palabra «conguito», pero no para referirse a la joven.

Declaró la madre de uno de los acusados

Durante el juicio, también ha declarado la madre de uno de los acusados que ha alegado ante el magistrado que jamás ha presenciado actitudes racistas en su hijo. «Se ha criado en La Lajita y Gran Tarajal que son zonas donde conviven diversas culturas», ha añadido, mientras ha defendido que su hijo se dedica profesionalmente al rap y estudia producción musical.

Tras la toma de declaraciones, la fiscal ha señalado que no se opone a una sentencia absolutoria, pues la propia perjudicada «arroja poca luz» durante su declaración y no es capaz siquiera de identificarlos.

El letrado de la defensa ha insistido en que sus clientes «no tienen un perfil racista» y ha explicado cómo después de que la joven se acercara a ellos y los insultara por, supuestamente haberle lanzado insultos racistas, estos «no dijeron nada». «Si hubieran tenido actitudes racistas hubieran contestado, pero lo que hicieron fue encender el coche y marcharse», ha apuntado.

Aparte de los dos años y tres meses de prisión por un delito de odio, el Ministerio Público pide para los jóvenes una multa de 4.050 euros a cada uno de ellos a razón de 15 euros diarios durante nueve meses y la inhabilitación para el ejercicio de cualquier profesión u oficio educativo en el ámbito deportivo, docente o de tiempo libre durante siete años tras los hechos ocurridos en Fuerteventura.