Antonio Ojeda, que está siendo investigado judicialmente en relación con la desaparición de Yeremi Vargas, aseguró a su compañero de celda en el centro penitenciario de Algeciras que cuando vio al pequeño este "ya estaba muerto", según publica Interviú esta semana. De acuerdo con la revista, el también conocido con el alias de Juan el Rubio le habría contado al interno con el que compartía habitación que había podido observar cómo un hombre prendía fuego a los restos sin vida del pequeño, desaparecido junto a su casa en Vecindario el 10 de marzo de 2007, cuando tenía siete años.

La publicación identifica al testigo usando únicamente el seudónimo Adrián con el objetivo de proteger su identidad. "Sólo quiere colaborar para que se sepa la verdad; se está arriesgando mucho", según fuentes de su entorno citadas por la revista. Su declaración ante los agentes de la Guardia Civil precipitó a finales del pasado mes de mayo la apertura de la investigación policial contra Juan el Rubio.

Ojeda fue interrogado a continuación por agentes de la Benemérita, ante los que negó tener vinculación con el caso. Tras su traslado a Gran Canaria a finales de junio para ser procesado por otro caso, compareció el 13 de julio ante el magistrado del juzgado de Maspalomas que se encarga de la instrucción de la desaparición de Yeremi, ante el que se ratificó en su primera declaración. Adrián volvió a declarar por videoconferencia ante el mismo juez y también insistió en la veracidad de los hechos que había avanzado a los miembros del Instituto Armado.