Bañaderos echa el freno a los coches. El Ayuntamiento de Arucas instalará semáforos inteligentes alimentados con energía fotovoltaica en la avenida Lairaga, para reducir la velocidad y evitar los ruidos que ocasionan los numerosos vehículos pesados que sortean los badenes a su paso por esta travesía de unos 700 metros.
El proyecto ‘Control de velocidad de los vehículos en la avenida Lairaga mediante semáforos inteligentes alimentados con energía fotovoltaica’ cuenta con un presupuesto de 384.786,32 euros, procedentes del Plan de Cooperación del Cabildo con los ayuntamientos. La obra en la antigua vía principal entre la costa y el casco saldrá próximamente a licitación, para su ejecución en un plazo estimado de ocho meses. Y es la respuesta a una demanda de los vecinos, según el alcalde de Arucas, Juan Jesús Facundo.
El proyecto contempla la instalación de semáforos que indican a los conductores cuándo están sobrepasando la velocidad máxima permitida, regulando también el trasiego de vehículos. Y se les llama inteligentes porque toman decisiones por sí mismo.
Conexión con la autovía del norte
El último estudio realizado en esta vía, a la que se accede desde la rotonda de Bañaderos (GC-2), señala que a diario circulan unos 190 vehículos pesados cada día. Y la velocidad máxima actual es de 40 kilómetros por hora, que se podrá reducir con la nueva ordenanza municipal.
La avenida Lairaga cuenta con pasos de peatones sobre-elevados (badenes), aunque no siempre la velocidad es respetada por los conductores. De ahí que el Ayuntamiento de Arucas haya recibido numerosas quejas de los vecinos de la zona por el ruido que genera los transportes, así como por los excesos de velocidad y la inseguridad al cruzar la vía. El Ayuntamiento plantea por este motivo la sustitución de esos badenes por semáforos inteligentes. Y serán energéticamente autosuficientes.
El proyecto contempla también la ampliación de las aceras. Actualmente tienen una dimensión media de 0,85 metros, y pasarán a tener entre 1,30 y 1,40 metros en las zonas de semáforo. Todo ello sin reducir el ancho de la vía por debajo los tres metros en cada sentido de la circulación.
Carretera más segura
«Al realizar las obras de colocación de semáforo se ha tenido en cuenta la ampliación de las aceras, para mejorar la circulación y accesibilidad del peatón sin interferir en una vía media de circulación de vehículos en cada sentido de tres metros mínima», según recoge el proyecto, que detalla que «con ello se quiere conseguir que las zonas peatonales realizadas en la actuación cumplan con el requisito de itinerario peatonal accesible, en lo máximo posible, dado el ancho de la vía (sin posibilidad de aumentar».
Los trabajos se localizan desde el número 117 al 43 del margen derecho con sentido a Arucas, desde la rotonda de la GC-2. Y, en su margen izquierdo, desde el comienzo de la avenida con el encuentro del acceso peatonal con el comercio existente en el número 46 de la misma vía.
El plazo máximo previsto para la ejecución de los trabajos es de ocho meses.
