«Estos dos murales que he pintado en la urbanización La Paz, en el Cruce de Arinaga, son independientes entre sí, aunque al mismo tiempo forman parte de un diálogo. Reflejan el movimiento urbano de la ciudad. Ambos siguen mi línea más abstracta», explica el artista canario Matías Mata, también conocido por su firma Sabotaje al Montaje, quien durante la Semana Santa realizó el trabajo de crear dos murales en las paredes de dos edificios de este polígono residencial, con las medidas de 18 metros de alto y cinco de ancho cada uno, como le había propuesto el Ayuntamiento de Agüimes.
«Para mí fue un reto y una atractiva propuesta pintar en el Cruce de Arinaga, claro que sí, aunque tuve una pequeña dificultad añadida que fue el fuerte viento, que me afectó más en un mural que en otro. Lo pude superar con más esfuerzo y tiempo. En estos trabajos he utilizado exclusivamente espray. Cuando son superficies mayores, como mil metros cuadrados, pues el 80 por ciento es con espray y el resto con pintura plástica o satinada, pero en este caso es sólo aerosol», explica este grafitero de 49 años, nacido en Lanzarote, aunque de niño se trasladó con su familia a Gran Canaria, viviendo en el barrio de Escaleritas, en la capital grancanaria.
«Si el barrio tiene mal aspecto se cree que es malo. El nuestro no lo es», afirma un vecino de 18 años
Este muralista se formó, primero, en la Escuela de Arte de Gran Canaria y después en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna, en Tenerife. Sabotaje al Montaje tiene también reconocimiento a nivel internacional y cuenta con creaciones hechas en numerosos lugares, entre las que están en Wynwood, barrio de la ciudad estadounidense de Miami que es famoso por sus coloridos murales; o en Baton Rouge, que es la capital y segunda ciudad más poblada del estado norteamericano de Luisiana.
Este trabajo realizado en Agüimes ha supuesto para la Administración local una inversión de 8.859 euros. En marzo se inauguró otro mural en Montaña de los Vélez, realizado por Daniel Roque, como homenaje a las mujeres aparceras.
Respecto a los murales del cruce de Arinaga, las opiniones son variadas entre los vecinos, aunque muchos aplauden la transformación. Una vecina de 32 años afirma que «es bonito y está bien la nueva vegetación. Hacen falta más murales en otras paredes, además de arreglar fachadas del interior y bancos para sentarse. Hay que invertir en otras cosas para que haya más empleo aquí, en La Paz».
Consecuencias
Cuatro alumnos del Centro Integrado de Formación Profesional (CEIFP) Villa de Agüimes tienen ideas claras sobre lo que producen esas obras en el barrio en el que residen. Óscar Suárez, de 18 años, afirma que «tiene mérito que estén estas obras aquí. Es un cambio positivo, ya que da otra imagen del barrio, en el que se vive bien».
Aythami Pérez, de 18 años, opina también que «está bonito y está bien que se hiciera porque resalta. Antes las casas parecían apagadas». «Si es mala la imagen de los edificios o simplemente de abandono se piensa que es un mal barrio, y no lo es. Aquí ocurre lo mismo que en todos, es decir, muchas cosas buenas y algunas otras malas», agrega Pérez.
«Yo sólo llevo un año viviendo aquí. Me gustan esos murales porque se pueden interpretar muchas cosas según el estado de ánimo, que generalmente es bueno al verlo», manifiesta Luis Miguel, de 17 años. Pablo Trujillo, de 18 años, considera que «ahora le da un aspecto alegre a los edificios, que tienen un mejor aspecto y no parecen abandonados».
Aparte de estos murales, en el lugar se produjo el cambio en la zona ajardinada que está a la altura de estos edificios en los que se hallan estas obras pictóricas. El Ayuntamiento cambió los árboles y la vegetación existente por otra «más amable e integradora», y así no suponen una barrera visual entre la carretera GC-100 y los murales. El ajardinamiento lo realizaron operarios municipales de la Concejalía de Parques y Jardines.
«A mí me parece muy bien el cambio en la zona ajardinada porque así se ve más fácil, por ejemplo, entre los conductores. Muchos vecinos me planteaban más pinturas de este tipo en otros inmuebles. Es esta una forma de abrazar este tipo de lenguaje», concluye Matías Mata.
