Que los históricos camellos de las dunas de Maspalomas de Gran Canaria desaparezcan no resultará tan fácil como decide Demarcación de Costas en Canarias con el expediente para la recuperación del suelo que ocupa la empresa Camello Safari Dunas dentro de la reserva natural, ya que hay algunos consideran que estos paseos lúdicos son un referente autóctono, además de una atracción turística. De esta opinión es la formación Partido Popular-Agrupación de Vecinos de San Bartolomé de Tirajana (PP-AV), que ya ha mostrado su apoyo a la permanencia de los camellos en las Dunas de Maspalomas en una moción que el grupo político ha registrado el pasado miércoles en las oficinas municipales del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana.

Y este jueves, ante la decisión de Costas, el grupo parlamentario popular ha dado un paso más con la iniciativa del Senador por Gran Canaria, Serio Ramos Acosta, que ha presentado esta mañana la moción ante la Comisión de Transición ecológica del Senado para promover todas las acciones que sean necesarias que insten al Gobierno garantizar "la permanencia de los camellos en el entorno de las Dunas de Maspalomas, así como la protección de una actividad tradicional totalmente sostenible que ya forma parte de la historia de San Bartolomé de Tirajana y de la imagen turística del Sur de Gran Canaria".

El PP en el Senado ha argumentado que desde "hace más de 60 años, la figura del camello junto a la playa, el oasis y las Dunas de Maspalomas forma parte inseparable de la imagen turística del Sur de Gran Canaria, una estampa emblemática, llena de exotismo y belleza, que aún hoy se mantiene viva en la memoria tanto de los isleños como de los turistas que visitan la Isla".

Además, el grupo parlamento ha explicado a la Comisión la vinculación histórica y tradicional del dromedario con la Isla que "se remonta a finales del siglo XV y principios del XVI" y su nulo impacto medioambiental en el entorno que "apenas ocupa el 1% del espacio natural y no genera ningún impacto significativo en el territorio".

Para concluir, el PP ha recordado la importancia de la figura del camello para el municipio de San Bartolomé de Tirajana: "la presencia del camello en el entorno del paraje dunar, que ya fue incluida entre las propuestas presentadas en el concurso internacional de ideas organizado en 1961 para la creación de Maspalomas Costa Canaria, se ha convertido en una de las señas de identidad de la sociedad tirajanera. No en vano, los paseos en camello por las Dunas de Maspalomas, convertidos con el paso de los años en un auténtico referente turístico y etnográfico en el Sur de Gran Canaria, fueron declarados Patrimonio Cultural del Municipio en 2004 por el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana".

El PP por último ha recurrido a lo más drástico ya que en el caso de que el empresario se vea obligado a abandonar la zona tendrá que sacrificar a los animales, por lo que Gran Canaria se quedaría finalmente sin una especia propia: "Por último, cabe señalar que la desaparición de esta actividad turística tradicional en el entorno de las Dunas de Maspalomas conllevaría también, casi con total seguridad, la desaparición en la Isla de los últimos ejemplares de camello, icono indiscutible de Maspalomas, ya que su uso en el campo ha sido sustituido por otros medios mecánicos más moderno".

En el caso de que esta propuesta no prospere, el propietario de la empresa, Francisco Jiménez, está obligando a demoler la edificación de Camello Safari Dunas, que utiliza como oficinas y recepción de visitantes, lo que pondrá en jaque una actividad turística con una alta demanda y de la que dependen entre 15 y 20 familias. Y para ello tendría que desembolsar unos 300.000 euros, sin contar con las indemnizaciones a los trabajadores, además del coste que supone cada sacrificio, de 300 euros por camello.