Como si del mismísimo Santiago se tratase, Antonio García atravesó este lunes en Tunte a lomos de su yegua, Gitana, cumpliendo con la tradición que le inculcó su familia: peregrinar a caballo cada año desde Arucas hasta la capital de San Bartolomé de Tirajana para honrar a Santiago el Chico. «Empecé a venir con mi padre desde que era chiquitito y ya llevo 19 años peregrinando a Tunte sin faltar ni un solo año; la única diferencia es que yo tengo una yegua y es castaña, no un caballo blanco», contó con humor el joven, de 21 años. Llegó el viernes después de cruzar la isla de norte a sur a través de Valleseco, Cueva Corcho, Balcón de Zamora, Cruz de Tejeda, Degollada de Becerra, Llanos de la Pez, Llano de Pargana, el Camino de La Plata y Cruz Grande y en la villa permaneció cuatro días en casa de un amigo hasta que esta mañana emprendió el camino de retorno. «Desde hace cuatro años una amistad me ofrece alojamiento, pero hasta entonces cada vez que venía pasaba las noches debajo de los pinos», rememora Antonio, quien continúa una tradición que iniciaron sus abuelos.
Antonio solo fue una de las cientos de personas que veneraron a Santiago el Chico, copatrón de San Bartolomé de Tirajana, con quien volvieron a encontrarse en las calles de Tunte después de dos años sin poder organizar la procesión posterior a la misa. Y todo ello sin que ni siquiera los 38 grados de temperatura que se registraban a las 11.30 horas de la mañana ni los 40 grados que el termómetro anotó a las 13.00 horas del mediodía impidieran a los peregrinos y devotos sacar a la imagen religiosa en procesión por las calles del casco del municipio. Y había ganas de celebrar esta fiesta porque ya desde la diana floreada se pudo ver una importante participación y afluencia de personas.
La jornada festiva arrancó a las 05.00 horas de la mañana con la diana floreada por las principales vías de la villa con la Banda de Agaete y continuó a las 12.00 horas con la celebración de la solemne eucaristía, ofrecida por el sacerdote Javier Valiente, quien en su homilía vinculó el camino de Santiago con la vida pues ésta «es un camino en el que cada persona se propone metas y va avanzando». Animó además a «no perder el camino» en la vida, a «saber hacia dónde caminamos y saber cuáles son nuestros objetivos». El sacerdote recordó también la «revolución de la ternura» impulsada por el papa Francisco en medio de un escenario internacional cada vez más complicado.
De Murcia a Tunte
Al término de la eucaristía y pasadas las 13.00 horas, los devotos sacaron a la imagen de Santiago para recorrer las principales calles de Tunte. La talla fue adorada por las decenas de personas que participaron en la procesión, pero también de otras tantas que vieron este paseo desde sus balcones, desde donde lanzaron flores y confetis al apóstol.
Entre los cientos de visitantes que se acercaron hasta Tunte estaba el murciano Juan González, quien desde que conociese a la que hoy es su pareja, Milagrosa Talavera, natural de Las Palmas de Gran Canaria, no ha parado de visitar cada año la localidaden el día de Santiago para honrar a la imagen de Santiago el Chico. «Hace 15 años que venimos y elegimos Tunte porque la señora tiene promesa, y a veces me pienso si entrar, porque Santiago me va a decir que siempre soy el mismo», contó Juan con humor frente a la talla religiosa, al tiempo que recordó que en su comunidad natal también se adora a Santiago de la Rivera y Santiago el Mayor.
La devoción de Milagrosa por Santiago de Tunte la tiene desde que hace 36 años hiciera la promesa de visitarlo cada años si sus embarazos salían bien. «Solo he dejado de venir una vez porque me partí la tibia y el peroné, pero ese año fui a Gáldar escayolada; y aunque esté fuera de la isla, siempre procuro estar aquí en eesta fecha para venir», relató. «Por esta promesa mía, Juan se ha acostumbrado a venir», añadió, al tiempo que reconoció que pese a su devoción por este apóstol todavía no ha visitado Santiago de Compostela, pero es un viaje que ya se ha marcado como meta. La pareja estaba acompañada de su amiga Tati Rosario, aunque ella se confesó más devota de San Pedro, patrón del valle de Agaete, de donde es oriunda.
Y no solo originarios de otros municipios visitan Santiago de Tunte. Tambien aquellos que salieron del municipio, como Miguel Ortega y Agustina Suárez, un matrimonio que tras jubilarse se marchó a vivir a Santa Brígida, de donde es ella, y cada año vuelven para pasar las fiestas. Habitualmente lo hacen en una caravana, opción que desecharon este año por el fuerte calor. Y a Tunte también llegaron Luci Morales y Neli Bolaños, de Telde y Valsequillo. La primera, amante del camino de Santiago hasta tal punto que el año pasado realizó el de Gran Canaria 33 veces, 12 de ellas por una promesa de hacerlo una vez al mes y el resto para acompañar a familia y amigos.
Las fiestas de Santiago terminan con una Gran Gala Santiaguera en la plaza del pueblo. Próxima parada: las fiestas de San Bartolomé, del 8 al 24 de agosto.
