Tras la vuelta a la normalidad, después de la pandemia, los amantes del costumbrismo se dieron cita ayer en La Aldea para disfrutar de la romería ofrenda a San Nicolás de Tolentino que como siempre concentró durante la tarde-noche a miles de personas que hasta avanzada la noche disfrutaron de un evento lleno de colorido y canariedad. Sobre las seis de la tarde el cortejo, con representación prácticamente de todos los barrios del municipio, inició el desfile desde las inmediaciones del Almacén de los Picos y durante unas cuatro horas las calles del casco se llenaron de tipismo, música, baile y gastronomía.

Como de costumbre el multitudinario y entusiasta festejo se convirtió en lugar de encuentro del folclore y las tradiciones. Numerosas rondallas se entremezclaban con la treintena de carretas participantes en un evento donde los amantes del costumbrismo se vistieron con sus trajes típicos, divirtiéndose a los sones de los cantos de la tierra. Como ya es habitual los lugareños mostraron la hospitalidad y amabilidad que les caracteriza, compartiendo la alegría con cuantos forasteros se acercaron al pueblo en día tan señalado.

Un evento, de los más concurridos junto a La Rama y El Charco, en que la gente se vistió con sus trajes típicos, divirtiéndose calle abajo, en medio de parrandas y cuerpos de baile a los sones de isas, folías y otros cánticos de las Islas. A las carretas y agrupaciones folclóricas se unieron los espontáneos en una jornada popular y festiva donde no faltaron las papas arrugadas, los huevos duros, el buen queso y otros enyesques.

A esta cita con el patrono, incluida en el programa de las fiestas patronales a finales de los años ochenta, acudieron miles de vecinos llegados de todos los barrios y también de otros municipios. El santo italiano salió a las puertas del templo para recibir la abundante ofrenda de productos de la tierra que depositaron los romeros para su posterior reparto solidario a distintas instituciones benéficas, a la vez que los diferentes grupos folclóricos interpretaban lo mejor de su repertorio. En la recepción de la ofrenda, junta a al cura párroco, José Rodríguez, estuvo también el alcalde, Tomás Pérez.

Alcanzada la noche la fiesta se trasladó en la avenida San Nicolás donde continuó el jolgorio para dar fin a los productos culinarios y a los rones aún sin consumiren las carretas, todo ello acompañado con los cánticos y sones del folclore canario. En la Plaza Vieja también se disfrutó del baile amenizado con música de cuerdas con los grupos El Mejunje y la Parranda del Cura.

El evento se prolongó hasta la madrugada con una verbena en el Anfiteatro. Como es habitual, avanzada la noche no faltaron los gritos de los más jóvenes aludiendo «de aquí p’al Charco».

Vigilancia con drones

La Unidad de Drones de la Policía Local del municipio de Telde participa esta jornada en el dispositivo de seguridad organizado por el Día de El Charco en La Aldea de San Nicolás. En concreto, los aparatos sobrevolarán durante el día las calles principales del casco en La Rama y La Romería y la playa. Esta unidad complementará el dispositivo de seguridad elaborado por el Ayuntamiento aldenao para las fiestas ante la gran participación de personas que se espera. El alcalde, Tomás Pérez agradece de forma especial a la alcaldesa de Telde, Carmen Hernández, y a la Jefatura de la Policía Local de la Ciudad de los Faycanes su predisposición a colaborar con las fiestas de La Aldea 2022.