Las reseñas online son las opiniones de algunos clientes sobre un servicio o producto. Con el tiempo, han ido adquiriendo mayor importancia en la imagen y reputación de las empresas. Pero ¿podemos fiarnos siempre de las opiniones de otros usuarios antes de decidir comprar un producto? Según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) realizado en los meses de verano del año 2021, no siempre.

Aún así, las reseñas de portales como Tripadvisor, Booking o Google siguen siendo de vital importancia para los usuarios a la hora de elegir de un restaurante para disfrutar de una cena o de un hotel o apartamento para sacar el mayor provecho a las vacaciones.

En estas reseñas, como en el vida misma, destacan más las experiencias negativas que las positivas. Recientemente, un turista contó una mala experiencia sobre un hotel en Gran Canaria, en el que criticaba que el recinto turístico "olía a alcantarilla", "el aire acondicionado no funciona" y además, "la luz se fue dos veces". "El olor a aguas residuales que emanaba del baño era horrible, pero no parecía molestar a los insectos y a las arañas", añadió.

El turista, procedente de Madrid, había dejado un depósito de 200 euros como fianza a posibles daños y desperfectos, durante su estancia de dos semanas.

Escribió la experiencia al poco de regresar y un mes después "me asusté", aseveró el turista que recibió un correo electrónico del recinto alegando que la experiencia era falsa. 

"Los huéspedes acuerdan que si encuentran algún problema con nuestro alojamiento y no nos brindan la oportunidad de abordar esos problemas mientras el cliente está con nosotros y/o rechaza nuestro recurso exclusivo, tendremos derecho a hacer un cargo a su tarjeta de crédito si luego nos menosprecia de manera pública", aseguró el cliente que le había escrito el recinto, que afirma que no ha recibido la fianza a pesar de no haber causado ningún tipo de destrozo. 

No es la primera vez que pasa

Las redes sociales han supuesto un gran avance, pero también es un quebradero de cabeza por muchos usuarios que vuelcan todo su odio en ellas. 

Así lo ha sufrido el dueño de un bar, al que le han dejado una reseña en Google que ha dado mucho que hablar.

Un hotel de Gran Canaria cobra 200 euros a un turista por "venganza" por una mala reseña

En algunas ocasiones, estas plataformas se convierten en campos de batalla entre el cliente y el hostelero por una mala reseña o puntuación. "Fuimos a comer por las críticas, ya que estaba el número 1 de Tazones. La verdad, la comida está rica, pero tuvimos una muy mala experiencia que esperábamos que la compensaran", comenzaba escribiendo el cliente.

"Nos encontramos un pelo en las almejas a la marinera que pedimos y aunque si es cierto que nos lo encontramos casi al final del plato, no hicieron nada por la molestia causada. Se llevaron el plato sin más. Luego nos cobraron 20 euros por el plato sin tener ningún detalle para compensar lo ocurrido y eso que fuimos muy cuidadosos en decírselo al camarero para no llamar la atención al resto de personas que comían allí. Son de esas cosas que no te hacen volver nunca, ni mucho menos recomendarlo, aunque la comida esté buena", apuntaba, dejando claro que no piensa volver por el trato recibido.

En algunas ocasiones, los dueños del establecimiento se decantan por ignorar el comentario, pero, esta vez, no dudaron en aclarar lo sucedido: "Primero, quería agradecer tu visita. En cuanto al pelo que encontraron en las almejas, me gustaría dejar claro que nosotros somos claramente los responsables de cualquier cosa que se encuentre en el plato, sea nuestro o no. En su caso, encontraron un pelo de 3,5 cm en la cazuela, caso al final del plato dice, lo advirtieron cuando se habían comido absolutamente todas las almejas".

"No quedó ni una, lo que me hace pensar que ese maldito pelo quizás no estaba en la cazuela cuando la pusimos en la mesa. No tenemos que ser mal pensados. De todas maneras, si lo hubieran encontrado antes, por supuesto les hubiéramos cambiado el plato. En su momento les pedimos disculpas y sí tuvimos un detalle a la hora de hacer la cuenta. Se les invitó a los cafés (chupitos no quisieron) y a una botella de agua, recordando que se comieron todas las almejas. Creo que es suficiente detalles", agregaba, señalando que intentaron compensar su error a pesar de que no les convencían las quejas.

"Algo que no me parece ético es que se utilice este espacio, no para compartir experiencias buenas y malas, sino como venganza cuando en los restaurantes no accedemos al chantaje de muy pocos clientes (como no me invitasteis a las almejas os voy a poner una pésima crítica en trip) le dijiste al camarero, algo muy diferente a lo que hizo tu compañero, que se cruzó conmigo en el bar y me felicitó por la comida dándome la mano", zanjaba el camarero.