Santa María de Guía

La aventura africana de Sancho de Vargas

El fundador de Guía entabló relaciones con los moros de Tagaos para colonizar aquellas tierras para España

El rey de Portugal se quejó a Fernando el Católico

Carta del rey de Portugal donde se queja de Sancho de Vargas. | | C.O.G.

Carta del rey de Portugal donde se queja de Sancho de Vargas. | | C.O.G. / Pedro González-Sosa

Pedro González-Sosa

Unos tres años antes de su fallecimiento, ocurrido sobre 1512, pues en 1513 ya se le da por difunto, todavía tuvo Sancho de Vargas arrestos para realizar algunas incursiones y experiencias en la vecina costa africana. Casado dos veces y padre de diez hijos, se embarca en una nueva aventura pasando a Berbería en 1509, no sin antes repartir el 21 de marzo entre sus hijos las tierras que poseía en Gran Canaria, reservando para si las de Taoro; vender el 1 de junio la casa que tenía en Tegueste y a principios de julio la de La Laguna y hacer testamento en 8 de agosto, como hombre precavido pues era consciente de los riesgos que suponía el viaje. Porque nuestro hombre se dispuso a finales de 1509 realizar la aventura africana seguramente con la autorización, o quien sabe enviado expresamente por éste, del Adelantado Alonso Fernández de Lugo.

Antonio Rumeu de Armas en su libro España en el Africa Alanica nos ofrece una visión extensa del protagonismo que realiza Vargas en su incursión africana y del papel de este en las negociaciones con los moros de Tagaos. Y a él hemos recurrido para hacer un resumen de estos episodios. En su opinión Sancho fue a Berbería como emisario del hijo del Adelantado, don Pedro Fernández de Lugo en quien su padre había traspasado todos los derechos y facultades recibidas en las capitulaciones de 1499 con los Reyes Católicos para la conquista del Africa Atlántica con el fin de iniciar nuevas negociaciones con los moros. Después de la firma del Tratado de Cintra casi a finales de 1509 la política de España en el Africa Atlántica se limita a la conservación de la torre de Mar Pequeña destacando las ansias soberanistas del el rey de Portugal Manuel I el Afortunado lo que le llevó a escribir a su suegro, Fernando el Católico, una carta conservada en el Archivo Historico Nacional en la coleccion Salazar y Castro, en la que le pide que ordene al Adelantado de las Islas Canarias Alonso Fernández de Lugo que no preste auxilio, sino que mande regresar a Sancho de Vargas de las costas africanas donde, en su opinión, estaba colonizando a favor de España cuando en realidad aquellas tierras eran de Portugal. En la carta del rey lusitano se queja de que «Sancho de Vargas, castellano que vive en las Islas Canarias realiza negociaciones en el lugar de Tagaoz, en la costa de Berbería, en tierras conquistadas por nosotros y que nos pertenece».

Para Rumeu, de la lectura de este párrafo de la carta se deduce que Vargas entablaba en aquel momento negociaciones con los moros de Tagaos. Y se pregunta si estaba en condiciones de tomar una decisión de esta envergadura por su propia cuenta o iniciativa en un asunto de tanta Carta del rey de Portugal Pedro I a Fernando el Catolico, en 1510, para que haga regresar de Africa a Sancho de Vergas porque intenta colonizar tierras que son de su reino. (Biblioteca de la Real Academia de la Historia. Colección Salazar y Castro) envergadura en el que estaban involucrados los reyes españoles y Fernández de Lugo.

A finales de ese mismo 1509 Sancho regresa a Tenerife y se entera del tratado de Cintra ratificado por los dos monarcas, merced al cual la totalidad del Africa Atlántica pasaría a ser de soberanía lusitana, menos la torre de Mar Pequeña. Entonces hace un viaje, se supone que por propia iniciativa, a Lisboa a principios de 1510 «con algunos recados» de los jeques. En marzo de ese mismo año el monarca lusitano escribe de nuevo a Fernando el Católico para exponer sus planes y le comunica que se propone enviar a Vargas con ·un caballero portugués, por el conocimiento que tiene de los moros de aquellos contornos para con ellos tomar acuerdo». Rumeu lo identifica como el que era en aquel momento gobernador de Madeira el capitan Simao Gonçálvez de Camara muy ligado a las empresas africanas de Portugal. Manuel I encarece al monarca español una orden para que el Adelantado dispensara a los dos emisarios –Vargas y el portugués—todo el favor y el buen trato, al tiempo que pedía, igualmente, que la mujer e hijos de Sancho no recibieran agravios.

«Es evidente que las buenas relaciones iniciales que Sancho había tenido con los Lugo, con todo este asunto africano, se habían roto»

Sobre el envío por el monarca lusitano de los dos «enviados especiales» al Africa Atántica para entablar negociaciones con los moros y las dudas de Rumeu de si el que había sido fundador de Guía estaba en condiciones de acometer la aventura de propia iniciativa, el también investigador Elías Serra Rafols, escribe en la Revista de Historia que al situar [Rumeu] con acierto la recomendación del Rey Manuel I en relación del regidor Sancho de Vargas, extractó un párrafo de la carta portuguesa quitándole su sentido, porque, en su opinión, «es Sancho de Vargas quien, por el conocimiento que tiene de los moros de aquellas partes de Tagaos, acompaña al caballero portugués a esa tierra”, porque este caballero «es desconocedor del país y de ahí la necesidad de contar con Vargas, baquiano, en aquellas tierras como tantos canarios de entonces». (Baquiano es el experto en el conocimiento práctico de veredas, atajos, caminos, ríos y mares). Rumeu le aclara que «sin entrar en el problema de los dos emisarios, el castellano o el portugués, sobre quien era mas experto en el conocimiento de Africa, resulta indiscutible de la carta de Manuel I se deduce que los dos eran baquianos, y no solo el regidor de Tenerife.

Es evidente que las buenas relaciones iniciales que Sancho había tenido con los Lugo, con su posterior e independiente proceder en todo este asunto africano, la cordialidad se había roto. Por ello, a su regreso a Tenerife, a finales de 1510 o principios de 1511, debió marchar a Lanzarote –de donde procedía su segunda mujer—para instalarse y es la razón del acuerdo del Cabildo en su sesión de septiembre de 1512 cuando dice que el Adelantado procedió a sustituirlo del título regidor «porque no estaba en la isla y se había ido de ella hacía mucho tiempo, y vivía en Lanzarote». En la sesión de 27 de diciembre del mismo año el Adelantado designa regidor de Tenerife a Rafael Fonte «en lugar y por la ausencia de Sancho de Vargas, que se fue de la isla». Y todavía en 1 de abril de 1513 se conoce que asistió a la sesión del Cabildo Rafael Fonte para presentar la carta real de su nombramiento que le hace regidor «en lugar y por ausencia de Sancho de Vargas, difunto».

Estos viajes al vecino continente africano explica la razón de la precipitada actuación de Sancho de Vargas desde los inicios de 1509 en repartir sus propiedades con sus hijos, vender algunas de sus propiedades inmoviliarias y en redactar su testamento, advertido por alguien, y por sí mismo, de los riesgos que podía correr.

Suscríbete para seguir leyendo