San Bartolomé e Tirajana

Gatos, ratas y erizos amenazan a reptiles y aves en la reserva de las dunas de Maspalomas

La sobrealimentación de la colonia de gatos que se encuentra en las inmediaciones de la charca atrae a otras especies invasoras y ponen en jaquea la bioiversidad.

La sobrealimentación sin permiso de una colonia felina pone en peligro a la fauna de la Reserva de Las Dunas.

La sobrealimentación sin permiso de una colonia felina pone en peligro a la fauna de la Reserva de Las Dunas. / LP/DLP

Dar de comer sin autorización a los gatos de la colonia felina que se encuentra en la desembocadura del barranco de Maspalomas - controlada diariamente por expertos voluntarios bajo supervisión del Ayuntamiento- está provocando que prolifere también el número de ejemplares de ratas y erizos, dos especies invasoras cuyo crecimiento está afectando gravemente al ecosistema presente en la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas, sobre todo en el entorno de la charca. Y es que la sobrealimentación de estos gatos por parte de la población residente en la zona y visitantes, que deja en distintas áreas garrafas con kilos y kilos de pienso sin permiso, atrae a estos mamíferos que buscan comida en un territorio seco que no tiene muchos nutrientes y tiene poca masa vegetal.

«Cuando alguien alimenta a un gato, no le pone la comida, el animal come y se lleva lo que sobra, sino que dejan grandes cantidades para que les dure para varios días, y eso funciona como un efecto llamada para otras especies como las ratas y los erizos que, como los gatos, son invasoras y afectan a la biodiversidad», explican técnicos de Gesplan responsables del programa de educación ambiental Educa Ecoisla del Cabildo de Gran Canaria que esta semana explicó a alumnos de secundaria de San Bartolomé de Tirajana la importancia de preservar este espacio natural y los problemas asociados a la reserva. 

La Policía Local trata de identificar a las personas que dan de comer a los gatos sin permiso municipal

Esa atracción de especies invasoras tiene importantes efectos negativos directos e inmediatos sobre la reserva. La presencia de gatos, erizos y ratas ponen en jaque la supervivencia de reptiles como el lagarto gigante y la lisa de Gran Canaria, y el perenquén. Pero también tiene afección sobre la avifauna ya que se comen a las propias aves, sus huevos o sus pollos, ya sea de especies propias de este entorno o que descansan en la charca y las dunas durante su periplo migratorio. En este caso se ven afectadas aves que nidifican en la zona como gallinetas, garzas, el chorlitejo grande, el chorlitejo chico y el chorlitejo patinegro.

Carteles de la campaña de concienciación para no alimentar a los gatos.

Carteles de la campaña de concienciación para no alimentar a los gatos. / LP/DLP

En este último caso se da la circunstancia de que la especie está al borde de desaparecer en Gran Canaria como ave nidificante pues ahora mismo solo hay censados tres ejemplares en el entorno de la reserva natural, según señalan los técnicos medioambientales. «Esta especie pone sus huevos en el suelo y tiene muchas afecciones: la molestia por parte de las personas que transitan por las dunas, muchas veces por espacios prohibidos; los residuos que allí dejan, y además la proliferación de estas especies invasoras», apuntan, «con el aumento de los gatos, ratas y erizos, las poblaciones de estas aves y reptiles van menguando hasta el punto de desaparecer, y eso es un riesgo real, puede ocurrir».

El Ayuntamiento estudia trasladar la colonia a otro lugar alejado del espacio natural protegido

La colonia de gatos se encuentra en el palmeral del Oasis, en una parcela que se ubica entre el parque Tony Gallardo, el área turística y el paseo anexa a la charca. Pero tantos ellos como el resto de especies invasoras se desplazan, atraviesan la valla que circunda la laguna y acceden al interior de la reserva. De hecho, desde el mirador de las aves se puede observar con facilidad cómo los gatos caminan por las dunas y la ribera de la charca, zonas donde anidan y descansan las aves y donde, teóricamente, menos molestias deberían tener. «Las personas hemos iniciado un problema que ha generado toda una cadena e igualmente tenemos que poner los medios para solucionarlos», relatan los técnicos, «entendemos la importancia de la protección de los animales en general, por supuesto, pero los gatos deben estar en casa y no en medio de una reserva natural; no puede prevalecer su comodidad y supervivencia por encima de cualquier otra especie propia de lugar. Todos son animales, sí, pero hay que ordenar porque unos son propios y otros especies invasoras».

Identificación de infractores

Para concienciar sobre esta problemática, miembros de Gesplan han ofrecido charlas al alumnado de tercero y cuarto de la ESOdel IESFaro de Maspalomas en la que trasladaron las particularidades de la reserva y los problemas asociados a su conservación. Tras esas charlas, los estudiantes colocaron el martes, en las inmediaciones del espacio natural, cartelería en varios idiomas en la que advierten a residentes y turistas de la necesidad de no perpetuar la alimentación incontrolada de estos animales para garantizar la conservación del ecosistema.

Campaña de concienciación para no alimentar a los gatos.

Campaña de concienciación para no alimentar a los gatos. / LP/DLP

La concejala de Sanidad de San Bartolomé de Tirajana, Araceli Armas, señala que se trata de «una medida preventiva para ir eliminando un problema serio de civismo» y advierte de que la Policía Local ya trata de identificar a quienes alimentan a los gatos sin permiso porque es «una negligencia». Además, la edil anuncia que «el Ayuntamiento estudia el procedimiento para proceder próximamente al traslado de la colonia felina hacia otra ya existente en la periferia del espacio protegido».