San Bartolomé de Tirajana

El plan de control de especies invasoras captura 49 cotorras en Maspalomas

El ave exótica continúa en expansión en los palmerales y áreas ajardinadas y afecta a la biodiversidad al desplazar a los mirlos, capirotes y los gorriones.

Los palmerales y zonas ajardinadas del sur de Gran Canaria, sobre todo del municipio de San Bartolomé de Tirajana, están cargadas de cotorras argentinas y kramer, dos especies exóticas invasoras cuya población no ha dejado de crecer a pasos agigantados desde que se detectaran por primera vez en Canarias en los años 80, convirtiéndose hoy en un serio problema de gestión medioambiental por su grave afección a los ecosistemas, sobre todos a los espacios naturales protegidos. En este escenario, el programa de control de especies invasoras del Cabildo de Gran Canaria, puesto en marcha hace tres años pero activado el año pasado para esta especie, ha capturado ya 49 ejemplares, 41 de ellas en 2023 y otras ocho en lo que llevamos de año, según confirman Francisco González, biólogo y técnico responsable del encargo de control de especies exóticas invasoras a Gesplan, empresa pública que desarrolla el proyecto a pie de campo, y Alejandro Suárez, técnico del encargo. 

Ejemplar de cotorra en espacios verdes de Maspalomas.

Ejemplar de cotorra en espacios verdes de Maspalomas. / Juan Castro

Si bien no existe un censo actualizado sobre el número de ejemplares de cotorras presentes en las islas, en el sur de Gran Canaria son miles los individuos que pueden verse, y sobre todo escucharse, cada día en los palmerales del oasis de Maspalomas, en el espacio entre la charca y el parque Tony Gallardo, pero también en las zonas verdes ubicadas en San Agustín, donde en ocasiones pueden verse bandadas de hasta 40 individuos en los césped. Pero el incremento de la población ha sacado a estas aves del sur y también se extienden por Las Palmas de Gran Canaria en zonas como el Parque Doramas, el Parque San Telmo o el entorno del Guiniguada, es decir, zonas costeras donde buena climatología abundante alimento a su alcance. «Ahora mismo la población está en expansión y tendríamos que tener muchos recursos para contener ese crecimiento», señala González.

Espacios protegidos

Con esta panorama, el área insular de Medio Ambiente puso en marcha el año pasado el plan para intentar capturar a esos animales y alejados del medio natural que invaden. Y hasta el momento ha atrapado 49 individuos, primero con cuatro jaulas hexagonales y luego con una trampa tipo Larssen ubicada en un espacio natural de San Bartolomé de Tirajana. Una vez capturadas, se entregan a centro zoológicos o se eutanasian.

El programa para atrapar a las cotorras empezó con cuatro jaulas hexagonales y ahora una Larssen

«Nosotros tenemos el foco puesto a posibles invasiones a espacios naturales protegidos», explica el biólogo, por eso se está prestando una especial atención al palmeral del oasis, el entorno de la charca de Maspalomas y al Tony Gallardo, todos dentro de la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas.

La presencia de esta ave exótica en Maspalomas está ocasionando un problema de gran magnitud pues afecta a la flora y la fauna natural de estos espacios. Para empezar, ponen en peligro a las palmeras porque excavan en el tronco para establecer los nidos, lo que abre la puerta a que esta planta esté expuesta a infecciones y enfermedades, debilitándolas. En el palmeral del oasis ya hay ejemplares afectados por las perforaciones realizadas por estas aves exóticas, aunque tampoco existe un censo que identifique el número de palmeras excavadas.

Pese a que afecta a la palmera, estas aves invasoras todavía no han atacado los cultivos

Por otro lado, las cotorras son animales fuertemente gregarios que se mueven en bandadas de entre 50 y 100 individuos, y además muy territoriales: compiten por la comida con otras especies, depredan los huevos y pollos de especies de aves más pequeñas y la colonización de los espacios está desplazando a otros animales habituales de la zona que viven en las palmeras como son el mirlo, el capirote y el gorrión, según explica por su parte Alejandro Suárez, técnico del encargo a Gesplan, además de a los murciélagos. «Poco a poco se ha ido extendiendo mucho, es un problema al que llegamos tarde», añade.

¿Puede erradicarse esta especie invasora? Todo dependerá de los recursos económicos y de que den o no el salto a los cultivos. «A nosotros nos llegó que estaban afectando a cultivos de mango en Arguineguín, pero nunca se confirmaron denuncias al respecto», cuenta el biólogo Francisco González, «mientras estén en los parques no genera una alarma excesiva, más allá de su afección a las palmeras, pero a medida que crezca la población, si toca una base de la economía como es la agricultura probablemente los recursos que se emplearían serían mucho mayores».

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