El presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés (CC) afrontará en minoría lo que resta del mandato tras la dimisión ayer del vicepresidente y consejero de Empleo, Nuevas Tecnologías y Consumo, Manuel Cabrera. Con la salida del exconsejero del PIL (fue expulsado del partido insularista a finales del pasado año) el presidente del Cabildo solo cuenta con el apoyo de once de los 23 consejeros de la corporación (los siete de CC, los tres del PP y el exconsejero de Nueva Canaria, Juan Manuel Sosa). "El presidente y CC piden más lealtad, casi obediencia y sumisión absoluta para lo que a ellos les interesa, pero no están atentos ni receptivos a lo que planteamos los demás", argumentaba ayer Cabrera en el escrito de renuncia presentado en el registro del Cabildo.

La marcha de Cabrera es la crónica de una muerte anunciada. De hecho, el exconsejero del PIL se había desmarcado en varias ocasiones de la disciplina del voto del grupo de gobierno, al igual que hizo en el último pleno en el que frenó la aprobación del Órgano de Evaluación Ambiental, que es clave para la tramitación del Plan Especial de La Geria o el Plan Rector de Uso y Gestión del Archipiélago Chinijo.

En su escrito de renuncia , Cabrera asegura que seguirá desde la oposición "al igual que he pretendido hacer estos tres años y medio, intentando ayudar en todas aquellas cuestiones que crea positivas, necesarias y justas para Lanzarote". Así relata que el Órgano de Evaluación Ambiental "ha sido el detonante final y ha hecho que en los últimos días hayan escuchado al presidente del Cabildo, a sus muchos voceros y medios, repentina y sorprendentemente, culparme de que la isla no tenga PIOT, ni PRUG, ni Plan Especial de la Geria, ni Palacio de Congresos, mejores carreteras o carril bici... Me han tachado además de díscolo, desleal, impresentable, traidor, irresponsable..., y no sé cuántas cosas más. Allá cada cual con sus palabras. Nunca he faltado ni he engañado a nadie, e intentaré no hacerlo ahora", afirma.

La secretaria general del PSOE y candidata a la presidencia del Cabildo en las próximas elecciones, María Dolores Corujo, aprovechó ayer la dimisión de Cabrera para arremeter contra San Ginés al reprocharle "su incapacidad patológica para el diálogo, algo que a vuelto a demostrar con el último intento fracasado de aprobar el órgano ambiental que sustituye a la COTMAC y que le ha llevado a perder el apoyo de su vicepresidente, Manuel Cabrera, que ha optado por dimitir, dejándolo en minoría".

Corujo añade que "si Pedro San Ginés es incapaz de llegar a acuerdos con el PSOE, con Ciudadanos, con Somos, con Podemos y hasta con su socio, da la sensación que el problema está en él. Pedro San Ginés siempre culpa a los demás de la falta de acuerdos y no es capaz ni de conservar a su socio", apunta Corujo.

Ante tales acusaciones, el presidente del Cabildo manifiesta que es tal su "capacidad y generosidad" que invita de nuevo, y en concreto al Partido Socialista y a Dolores Corujo, a que sean ellos quienes propongan al Gobierno insular los cinco miembros del Órgano de Evaluación para los próximos cinco años, reiterando su "compromiso público de aprobar la composición que presente la oposición". De lo contrario, afirma San Ginés, "será de nuevo la prueba evidente de que su única voluntad es y ha sido la de siempre, la del bloqueo sistemático de todos los instrumentos de ordenación y por consiguiente la paralización de muchos proyectos importantes para el desarrollo de la isla de Lanzarote y de La Graciosa", recalca.

El hecho de que el Cabildo se haya acogido a la Ley de Grandes Ciudades facilitará la labor de gobierno de San Ginés hasta el próximo mes de mayo dado que muchos d e los asuntos podrán salir adelante a través del Consejo de Gobierno, que sí está controlado por CC y PP. Lo que si tendrá dificultades para aprobar será el presupuesto de este año, que pretendía tener listo a final de este mes y el órgano ambiental.