El Archipiélago Chinijo es el espacio de mayor biodiversidad de Canarias y, sobre todo, sus costas orientadas al norte son un 'paraíso' para los microplásticos, pequeñas partículas procedentes de la descomposición de la basura que llegan hasta el litoral arrastrada por las corrientes desde el norte de África, el sur de la Europa continental y por la corriente del Golfo de Méjico, aseguró ayer el biólogo y encargado de proyectos de la organización conservacionista WWF, Alexis Rivera, quien desde hace más de una década participa en campañas de limpieza en las playas gracioseras.

"La mayoría de esos desechos procede de otras partes del mundo, pero no por ello debemos dejar de tener conciencia de ese problema. Todo lo contrario, puesto que se trata de un problema global", resaltó Rivera.

"El mar trae basura todos los días, por lo que la limpieza debe ser continua", dijo el biólogo. Un parachoque de un vehículo, neveras y fluorescentes son algunos de los residuos que han llegado flotando hasta el norte de la octava isla canaria, recordó Rivera. WWF tiene previsto desarrollar la próxima acción de retirada de residuos del 22 de julio al 29 de septiembre.

A poco que se expanda la vista sobre el arenal de Playa Lambra, situada al noreste de La Graciosa, se localizan centenares de pequeñas partículas de plásticos de colores, tapas de botellas, garrafas, restos de cuerdas, botellas de plástico, botes de pastillas, goteros de frascos de colirios, tapas de envases de tubos dentífricos y bolas de piche. Son solo algunos ejemplos de los objetos que se retiraron durante apenas unos minutos en la mañana de ayer sobre la arena de Lambra, una muestra de la contaminación marina presente en el lugar. Y eso que la última mar de fondo no procedía del norte.

La viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, Blanca Pérez; el director territorial de CaixaBank en Canarias, Juan Ramón Fuertes; y la directora de la Fundación CajaCanarias, Natalia Aznárez, visitaron la pasada jornada Playa Lambra para dar a conocer las actuaciones de limpieza de microplásticos que se llevarán a cabo en las zonas costeras de la octava isla canaria, tras reunirse en el salón parroquial de Caleta de Sebo con la concejala delegada del Ayuntamiento de Teguise para La Graciosa, Alicia Páez.

Esta iniciativa forma parte del convenio de colaboración que llevan a cabo las tres instituciones (Consejería de Política Territorial, la Obra Social 'la Caixa' y la Fundación CajaCanarias) para la recuperación y conservación del entorno natural de Canarias a través de la creación de empleo y la contratación, de manera preferencial, de personas en riesgo de exclusión social. Por primera vez se ha incorporado a La Graciosa en el citado acuerdo "como una isla más" a raíz de su reconocimiento, el pasado mes de noviembre, como la octava isla canaria en el nuevo Estatuto de Autonomía, señaló Pérez. Añadió que "aquí se hacían acciones puntuales, pero dentro de las que se le asignaban a Lanzarote, por lo que la renovación del convenio para este año incluye las ocho islas del Archipiélago".

En el caso de La Graciosa se contratarán a cuatro personas, tres de ellas en riesgo de exclusión social, por un periodo de tres meses.

Para el conjunto de intervenciones en Canarias el convenio contempla una inversión de 250.000 euros, que aportan ambas fundaciones, las cuales realizan una encomienda de gestión a la Viceconsejería de Medio Ambiente para que ejecute las acciones propuestas. A La Graciosa se destinarán 30.000 euros para la retirada de elementos ajenos al medio natural, especies invasoras o no endémicas en los hábitats naturales, poda y desbroce de vegetación en senderos, cajeo y evacuación de aguas de escorrentías en senderos, así como reposición de empedrados y escalones. Al impacto de la elevada presión de visitantes en la Isla, un territorio de apenas 28 kilómetros cuadrados, se une la elevada carga de residuos (restos de basuras y microplásticos) transportados por las mareas.

Cada marea arroja sobre las playas de Canarias hasta 120 gramos de trocitos milimétricos de plástico por metro cuadrado de arena, "testimonio de unos niveles de suciedad en los océanos que inquietan, porque el placton marino y otros actores terrestres de la cadena trófica pueden incorporar esa basura y sus contaminantes asociados a la cadena alimenticia", advierte la Viceconsejería de Medio Ambiente.