Una vida con monos y batas azules

El Cabildo homenajea a mujeres que trabajaron durante décadas en la industria conservera y participaron en la transformación social y económica de Lanzarote

El Cabildo de Lanzarote homenajeó el miércoles por la noche, en Optuna 42, en la avenida de Naos de Arrecife, a las mujeres que durante décadas trabajaron en la industria conservera de Lanzarote. Un reconocimiento a su papel en la transformación social y económica de la Isla que, como afirmó la presidenta del Cabildo, María Dolores Corujo, hace justicia al recuerdo de «esas mujeres que han estado 66 años totalmente invisibilizadas, enfundadas en monos y batas azules, quienes abrieron luego el camino que hoy otras hemos podido recordar».

«Ese papel desempeñado por nuestras mujeres conserveras permitió la existencia de una industria hoy desaparecida, al tiempo que mejoraba las economías familiares», pormenorizó Corujo realizando una semblanza de las homenajeadas. «Para muchísimas de esas mujeres, el trabajo en la conservera suponía ese primer empleo con el que ayudar a la maltrecha economía familiar; y era también muchas veces el primer paso para comprar o poder construir una vivienda e iniciar una nueva familia. En ocasiones, además, se convertía en la única manera de sacar adelante a sus hijos», matizaba la presidenta insular mandataria del Cabildo.

Corujo apeló a la necesidad de que instituciones como el Cabildo de Lanzarote abanderen la recuperación para la memoria colectiva de aquellos aspectos identitarios que, por el crecimiento vertiginoso que ha experimentado en las últimas décadas Lanzarote y La Graciosa, dejen en el olvido «historias que son parte de nuestro legado comunitario». Y por ello también evocó aquella imagen de época que inmortalizó la entrada y salida de las trabajadoras conserveras a la fábrica. «Auténticas muchedumbres de mujeres, con su uniforme azul, hoy parte del imaginario colectivo».

Su labor, invisible durante 66 años, impulsó la actividad y sacó adelante a sus familias

Mujeres que seguían siendo las responsables de las tareas del hogar cuando regresaban a casa, recordó Corujo. Estas palabras de la presidenta del Cabildo de Lanzarote, que se refirió igualmente a asuntos como la vulnerabilidad femenina en el trabajo o el duro camino en la conquista de los derechos laborales, se producían casi como cierre de una velada en la que los organizadores habían preparado varias actividades que vertebraron el homenaje. Previamente, como actividad inicial, se inauguró y visitó una interesante exposición fotográfica titulada Las conserveras de Lanzarote: imágenes, narrativas y nostalgias,.

A renglón seguido, y bajo la presentación del evento que realizaba la periodista Techy Acosta, llegó el turno del historiador Mario Ferrer, quien ofreció una amena charla titulada La pesca: la primera gran palanca modernizadora de Lanzarote, incluyendo la proyección de un audiovisual sobre el sector pesquero en las décadas 70-90. Luego la experta Gloria Cabrera Socorro, directora del proyecto Semblanzas, memorias y nostalgias; las mujeres trabajadoras en las industrias conserveras de Lanzarote, exposición que aliñó con el documental Relatos de trabajadoras en las conserveras.

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