Los murgueros están en contra de que ellos y sus familias tengan que pagar entrada en la final del concurso de murgas, que se celebrará el día 11 de febrero en el parque Santa Catalina, tal y como ha decidido el Ayuntamiento capitalino. La concejal de Cultura, María Isabel García Bolta, aseguró ayer que puede haber murgueros que estén en contra de esta decisión, pero que hay "buena sintonía" con ellos y que se estaba intentando llegar a un acuerdo para que el colectivo tuviera un "precio especial" fuera de los 10 euros previstos. Aseguró también que no se incrementarán el resto de las entradas.

No obstante, las murgas se reunían anoche para tomar una postura al respecto mientras criticaban que el equipo de gobierno hubiera tomado esta decisión en noviembre y no meses antes, cuando el Partido Popular "estaba en campaña electoral".

El presidente de la Federación Insular de Grupos del Carnaval (Figruc), Orlando Jiménez, responsable además de la murga Los Nietos de Kika, señaló que no creía que hubiera ningún plante por parte de las murgas ya que llevan muchos meses trabajando para el Carnaval, pero apuntó que el Ayuntamiento debía ser consciente de que el "90% de sus miembros está en paro". Jiménez se mostraba además disconforme con cobrar una entrada ya que la gala no se celebrará en unas instalaciones cerradas sino en un espacio abierto en el que las condiciones meteorológicas influyen en la comodidad del evento.

Bolta dijo, tras el acto de presentación de la ampliación del servicio de telebiblioteca a las personas mayores de 75 años, que habrá gente que le extrañe que se cobre en la final de murgas, pero que los ciudadanos debían irse acostumbrando a pagar en los actos públicos; "más en los tiempos que corren". Señaló que con la entrada habrá más comodidad para el público ya que no esperará colas ni habrá gente en pasillos ni escaleras. Y permitirá, además, conocer quién va a ver a las murgas.