"Cerrar la entrada al Confital por las noches no es la solución". Así de contundente se mostró Félix Alonso, presidente del Foro por La Isleta, ante la posibilidad que baraja el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria de impedir el acceso al paraje natural para evitar que se sigan produciendo en él vertidos de escombros ilegales. Desde el punto de vista del representante vecinal, existen otras alternativas para frenar esta costumbre como "poner más vigilancia o cámaras de seguridad" que además no implican "gobernar a base de prohibiciones".

A pesar de que todavía no es una decisión consolidada, el concejal de Ciudad de Mar, José Eduardo Ramírez explicó que tanto el Consistorio capitalino como la Microárea Ecoturística están de acuerdo en lo que a tomar medidas se refiere para que la parte más salvaje del litoral de la ciudad no se convierta en un vertedero. Y es que la semana pasada fue la última vez en la que los operarios de limpieza de la concejalía se encontraron restos de obras abandonados en medio del paisaje.

Concretamente, se hallaron unos siete sacos llenos de cascotes en la zona de Las Monjas donde también apareció flotando un bidón que fue llevado al Centro Municipal de Emergencias de Las Palmas de Gran Canaria (Cemelpa), a pesar de que no se produjo ningún vertido al mar del aceite -unos 20 centímetros de altura- que tenía en su interior. Asimismo, en la entrada del espacio natural protegido también aparecieron trozos de uralita.

El problema, además del impacto medioambiental que estos materiales causan en el litoral, es que el vertido de escombros en El Confital parace haberse convertido en una moda que se repite, mínimo, una o dos veces al mes. "El personal de limpieza siempre se encuentra los residuos a primera hora de la mañana durante las batidas que hacen por la costa, por lo que estas personas aprovechan para llevarlos por la noche o en las horas de menos tránsito", contaron desde Ciudad de Mar. De ahí que se plantee el cierre nocturno del acceso de arriba que todavía está pendiente de ser consensuado con los vecinos de La Isleta, según aclaró el edil responsable del área.

Por lo pronto, desde la entidad que aglutina a la mayoría de las asociaciones del barrio, no le ha gustado mucho la idea. "La solución no es cerrar es dotar la zona de más equipamiento y de más personal, bien con vigilantes o con cámaras de seguridad, por ejemplo", reiteró Alonso. Para el cabeza visible del Foro por La Isleta "no se pueden buscar siempre opciones a coste cero", así como "tampoco se puede gobernar a base de prohibiciones" para acabar, en este caso, con un problema que achaca al "abandono" que hay en El Confital. "Si un lugar está abandonado es normal que invite a que haya gente que tire escombros y esto es responsabilidad de las instituciones políticas que se encargan de la zona", señaló.

Aún así, el líder vecinal aseveró que desde la entidad que preside están dispuestos a dialogar. "Nosotros hace años pedimos estar en la comisión de trabajo para el mantenimiento del Confital, pero hasta la fecha nadie nos ha llamado", contó, "porque hay que sentarse a hablar sobre qué va a pasar en esta playa y cuáles van a ser sus usos porque también tenemos ahí la Cueva de Los Canarios, entre otras cosas".

En ello, apuntó Ramírez el pasado miércoles, ya se está trabajando si bien la prioridad hasta el momento ha sido resolver le problema de la contaminación que mantiene la playa cerrada desde abril del año pasado, a la espera de que el Gobierno de Canarias dé permiso para su reapertura tras varios meses sin hallarse bacterias fecales.