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Tribunales

La dueña de una oficina de viajes acusada de estafa culpa a su proveedor

El fiscal pide tres años de cárcel para Noelia R. por cobrar a sus clientes billetes que no emitió

Noelia R. R. este jueves durante el juicio en su contra por un delito de estafa. | | M. S. J.

La dueña de una agencia de viajes acusada de estafar a unas ocho personas sostiene que su proveedor la engañó. La gestora de Sigma Travel cobró billetes de avión a sus clientes pero nunca los emitió. Este jueves se celebró el juicio contra Noelia R. R. a quien la Fiscalía acusa de cometer un delito de estafa continuada tras, supuestamente, cobrar a ocho personas por billetes de avión a diversos países y reservas de hotel sin la intención de emitirlos. En la vista oral la acusada narró ante el magistrado presidente de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial, Emilio Moya, que en realidad son más de 2.500 los afectados y que ha pagado alrededor de medio millón de euros entre todos. Sin embargo, negó rotundamente que quisiese estafar a sus clientes.

El fiscal comenzó su interrogatorio cuestionando a la procesada sobre si en los años 2012, 2013 y 2014 gestionaba una agencia de viajes, en la que emitía billetes de avión y reservas de hotel, a lo que la investigada asintió. A su vez, matizó que, aunque en esta causa figuran ocho personas, en realidad son «unos 2.500 los pasajeros afectados». Su explicación de los hechos consistió en que ella utilizaba a un consolidador para emitir los tickets de vuelo y las reservas ya que no cuenta con una licencia de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). «El proveedor con el que llevaba unos tres años me cerró el sistema», agregó, al tiempo que se excusó en que no pudo devolver el dinero «porque iba íntegramente a la reserva de viaje u hotel y a la cuenta del consolidador».

Igualmente, Noelia R. R. contó ante el Tribunal que su proveedor de billetes de vuelo no le devolvió el dinero que sus clientes pagaron a través de ella para sus boletos. «He tenido que pagar yo unos 500.000 euros», lamentó. También contestó, a preguntas de Emilio Moya, que no ha denunciado al consolidador porque «parece que se fue a Brasil con su mujer» y que el medio millón de euros que ha pagado -supuestamente- a los afectados «me lo han prestado varias personas de mi familia y amigos. He tenido que resolver aunque no tenga la culpa porque soy la vendedora directa», aseveró entre sollozos. «No hemos podido contactar con esa gente y dejaron de trabajar al poco tiempo de quitarme el sistema», apostilló.

Para subsanar en un principio el problema que estaba teniendo con los clientes, la acusada indicó que recurrió al servicio de otra agencia, con quienes sacó billetes para los primeros afectados pero estos también les quitaron el sistema y dejaron de ser sus proveedores. «Tuve que comprar muchos billetes a precios de oro en las páginas de las aerolíneas», apuntó.

Noelia R. R. se negó a responder las preguntas del letrado de la acusación particular, Carlos Bethencourt, después de que este le cuestionase sobre la razón por la que no pudo contactar con el proveedor ya que él pudo dar con la empresa ubicada en Madrid.

A preguntas del letrado de su defensa, la investigada alegó que no se ha negado a pagar a sus clientes por los billetes que no se emitieron y que no ha podido contactar con todos los afectados. «Yo no sabía que me iban a bloquear el sistema. El dinero se deposita en la cuenta del consolidado aéreo traspasada desde la mía», recalcó, a la vez que aseveró que «trabajaba sólo con él». La procesada también resaltó que los dos denunciantes a los que no ha devuelto el dinero y que, por tanto, siguen la acusación en su contra, no han llegado a un acuerdo con ella ya que «quieren una indemnización más el precio del billete». «Los pasajes costaron 1.758 euros, fue lo que ellos pagaron, y piden 3.977 euros», expresó.

Cuatro afectados declaran que no reclaman nada porque la procesada les devolvió el dinero

La perjudicada que se personó con acusación particular junto a su marido reseñó que fue a volar a Cuba y cuando intentó facturar le explicaron que su boleto no había sido cancelado a la aerolínea. «Mi pareja y yo compramos tres pasajes de avión desde Gran Canaria a Cuba», contó, al tiempo que apuntó que ese mismo día tuvo que comprar otros pasajes para viajar al día siguiente a ver a su familia a los que tenía cinco años sin ver.

Sin embargo, sostuvo que ese mismo día regresó a la agencia y le pidió una explicación a Noelia R. R. quien les respondió que no era su culpa. Semanas antes del vuelo, manifestó la afectada, intentó revisar la información de su reserva a través de la aplicación pero «salía que no existía». Por ello, fueron a la oficina de la acusada y esta se excusó con que todavía no estaban actualizados los datos y con lo cual no aparecían. Un día antes del viaje regresaron a la agencia pero nuevamente Noelia R. R. les dijo que todo estaba bien y les imprimió los falsos billetes. También añadió que la procesada nunca la contactó para devolverle el dinero. La denuncia la presentaron después de regresar a Cuba ya que no podían aplazar el viaje porque «teníamos medicamentos y alimentos perecederos en la maleta para nuestra familia. Estuvimos cinco años planificando este viaje», se quejó.

Cuatro afectados declaran que no reclaman nada porque la procesada les devolvió el dinero

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Cuatro clientas de los ocho afectados matizaron que no reclamaban nada ya que aseguraron que habían recibido de vuelta el dinero que entregaron a la acusada para que emitiese boletos a Colombia y Bolivia, así como una que pagó por unas vacaciones en un hotel del Sur.

Ante esto el fiscal redujo la petición de condena de cuatro a tres años la pena privativa de libertad para Noelia R. R. por el delito de estafa continuada al considerar la atenuante de reparación del daño e interesó 1.680 euros en concepto de multa. Asimismo, requirió que la acusada indemnice a los otros cuatro perjudicados con 5.052 euros. El letrado de la acusación particular pidió para sus representados una indemnización de 2.000 euros más los 1.758 euros que les costó el billete. También interesa para la procesada una pena de cuatro años de cárcel por el mismo delito que el fiscal. La defensa pidió la libre absolución. Noelia R. R. ya ha sido condenada por estafa, aunque no es computable a efectos de reincidencia. El juicio quedo visto para sentencia.

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