El intercambiador de guaguas de Santa Catalina volverá a entrar en funcionamiento este miércoles 6 de abril a las cinco de la mañana, tras concluir las obras de reforma que se han desarrollado en las últimas ocho semanas para acabar con los socavones y el mal estado de las rampas de acceso.
Los trabajos han consistido en la instalación de losas de hormigón especial, así como canalizaciones que permitan eliminar la humedad que sufren los accesos, que también afecta al interior, debido a la intrusión del agua marina, ya que la terminal está construida debajo del nivel del mar, y también al riego de los jardines instalados en la parte superior.
Por la estación subterránea construida debajo de la plaza de Canarias pasan 1,2 millones de personas al año y es utilizada por las compañías Guaguas Municipales y Global, que cubren entre las dos unos 1.800 servicios diarios.
A partir de este miércoles, las guaguas, que han estado utilizando otras paradas en el exterior y algunas han tenido que aparcar por la noche en el interior del Puerto de La Luz, van a poder recoger y dejar a los viajeros en el interior de la terminal, que volverá a estar operativa al cien por cien.
Además del hormigonado de las rampas se ha pavimentado la zona interior con asfalto puro para evitar el deslizamiento de las guaguas, según aseguró el consejero de Obras Públicas y Transportes del Cabildo de Gran Canaria, Miguel Ángel Pérez, quien garantizó, durante la visita para ver como ha quedado el recinto, que los nuevos materiales instalados tendrán una mayor durabilidad, lo que acabará con la apertura de socavones, un problema que se producía hasta ahora con bastante frecuencia pese a los periódicos asfaltados que se llevaban a cabo y que se limitaban a parchear el problema.
Las obras han costado 321.918 euros y constituyen la primera fase de la reforma de la estación que está previsto hacer en un futuro para mejorar la imagen del intercambiador e instalar el centro de monitorización del transporte de Gran Canaria.
El Cabildo prepara la reforma del interior de la estación, cuya parte central acogerá una galería de pintura y escultura para artistas no conocidos
Tras la reforma, que costará cerca de 500.000 euros, está previsto utilizar la zona central de la estación como lugar de exposición de pinturas y esculturas de aquellos artistas que no encuentran lugar donde exponer sus obras.
Reforma integral
“Hemos hecho una obra integral por primera vez desde que está en marcha la estación y hemos conseguido reparar todas las rampas de acceso y salida con un hormigón especial, diferente, hecho a medida para esta estación. El hormigón cuenta con fibras específicas y tiene un tratamiento anti sol y antihumedad que va a permitir una mayor durabilidad de la infraestructura en los próximos años”, sostuvo Miguel Ángel Pérez, quien resaltó que la actuación se ha realizado en menos tiempo de las trece semanas previstas inicialmente, “gracias al esfuerzo que ha hecho la contrata y también los técnicos de la Autoridad Única del Transporte para reorganizar el trabajo y hacerlo de una forma mucho más compromidad y rápida”.
Para reducir al máximo el periodo de cierre de la estación se ha trabajado en turnos de mañana, tarde y noche.
En total, se han sustituido 1.200 metros cuadrados de pavimento, en los que se han vertido unos 350 metros cúbicos de hormigón armado en las dos rampas de acceso.
«Este material es mucho más resistente que el asfalto, contiene aditivos contra el agua y la corrosión y soportará mejor el peso de las guaguas», dijo el también vicepresidente del Cabildo. La estación es una especie de cajón que se construyó a finales de los 90 bajo el nivel del mar, por lo que cada vez que sube la marea tienen que intervenir las bombas de achique instaladas para expulsar el agua que entra al interior. De hecho, poco antes de que se iniciaran las obras, el pasado 30 de enero, el intercambiador sufrió una inundación, debido a una avería en las bombas de achique, que anegó parte de los viales .
Pese a la presencia de las bombas de achique, cuando sube la marea hay entradas de agua y se han instalado canales en las rampas para que el agua vaya directamente a la red de pluviales y no erosione el material del pavimento.
Miguel Ángel Pérez advierte que el riego de los jardines sobre la parada genera problemas de humedad
La otra causa de la humedad que afecta a la estación tiene su origen, según Pérez, en los jardines situados en la plaza de Canarias. «Toda esa agua percola y cae dentro de la estación.
Hemos avisado en diversas ocasiones al Ayuntamiento para que analice la posibilidad de cambiar la flora que hay por otra que necesite menos agua. Es cierto que la visión del césped es muy bonita, pero la estación no está diseñada para soportar esas cantidades de agua. Lo que hemos hecho para intentar minimizar ese impacto es canalizar parte del agua que cae por los laterales, para que no afecte al firme de la estación, que es la principal complicación que hemos tenido y la que ha generado en los últimos años esos daños» en el asfalto, «por lo que se quejaban con razón los conductores de las guaguas».
El Cabildo tiene previsto reformar la decoración del interior de la estación, que es la segunda en importancia de Gran Canaria por el gran tráfico de viajeros, entre ellos muchos turistas. También se modificará el alumbrado con luces led y está previsto instalar una galería de exposiciones de pinturas y esculturas en la parte central. Se ha descartado reabrir la cafetería. En su lugar se instalará el centro de monitorización del transporte de Gran Canaria.
