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El alcohol y las drogas desplazan a la prostitución en el barrio de Arenales

Íñiguez asegura que los problemas de convivencia ciudadana han disminuido en la zona en lo que va de año tras el aumento de la presencia policial

Molino de Viento. Andrés Cruz

Los delitos relacionados con el consumo de alcohol en la calle, el tráfico de drogas y la convivencia ciudadana han desplazado los problemas derivados de la prostitución en el barrio de Arenales. El concejal de Seguridad, Josué Íñiguez, compareció este martes en Comisión de Pleno de Organización, Funcionamiento y Régimen General, y resaltó que, pese al incremento de incidencias el año pasado, «hemos conseguido rebajar la tensión en la zona en lo que va de año».

La Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria realizó un total de 603 intervenciones el año pasado en Arenales. Esta cifra es un 63,5% superior al número de actuaciones que se hicieron en el barrio capitalino en 2019. Aquel año de prepandemia fueron 220. Según Íñiguez, quien compareció a petición del PP, esto se ha debido al «incremento» de la presencia policial en la zona. Además, matizó que de las 603 intervenciones, «solo 321 se convirtieron en denuncias posteriormente».

El edil de Seguridad apuntó que esta mayor presencia policial ha permitido "que la conflictividad haya ido a la baja" en lo que va de año. De esta manera, de enero a abril, la Policía Local ha realizado 51 intervenciones -tan solo un 8,46% del total registrado en 2021-. “La presencia continua de agentes en las calles de este barrio está teniendo un resultado positivo, ya que la labor preventiva que se ha llevado a cabo ha venido aparejada de un descenso en los requerimientos, en las intervenciones y las denuncias en lo que va de año”, defendió Íñiguez.

Íñiguez mantuvo una reunión con Mayans para abordar la prostitución con un enfoque transversal

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El edil recalcó que “la presencia policial es efectiva y por ello han bajado los incidentes”. Sin embargo, esta no es la percepción que tienen los vecinos, a juicio del concejal popular Ignacio Guerra, "la sensación de inseguridad no remite en el barrio". Según este, los residentes de esta zona de la capital han mandado un total de cinco escritos tanto al Ayuntamiento como a la Delegación del Gobierno, con el objetivo de atajar los problemas que están teniendo, principalmente de convivencia ciudadana.

Y es que, según Íñiguez, la mayor parte de los incidentes que se han producido están vinculados con la convivencia ciudadana o el consumo de sustancias -alcohol y otras drogas- en la vía pública. El edil apuntó que la presencia de la prostitución en el barrio ha disminuido con respecto a tiempos pasados, "me preocupan mucho más los pisos que están ocultos por la ciudad, donde hay mujeres prostituidas, y son lugares más complicados de atacar".

No obstante, Íñiguez apuntó que ha mantenido una reunión con la subdelegada del Gobierno, Teresa Mayans, con el propósito de abordar el problema de la prostitución en Arenales en colaboración entre administraciones y contar con la coordinación de la Policía Local y la Policía Nacional. El edil señaló que este debe ser una situación social que debe tener "un enfoque transversal y poner el foco en la mujer prostituida", al entender que no solo deben implicarse los cuerpos de seguridad.

Los vecinos alertan de gente que se sienta sobre los coches o beben y consumen en la calle

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Ignacio Guerra apuntó por su parte, “que se hayan multiplicado por tres las intervenciones policiales en Arenales en apenas dos años es sintomático de un problema de convivencia real en el barrio”. El concejal popular indicó que se han reunido en dos ocasiones con los vecinos del barrio y que "están hartos de peleas, robos, gritos y música a todo volumen”. El portavoz adjunto del PP habría solicitado mediante escrito el estado actual de las cámaras de seguridad instaladas en la zona; Íñiguez, por su parte, no dio información al respecto, "nos tememos que no están funcionando", puntualizó Guerra tras la comisión plenaria.

Lo cierto es que los vecinos de Arenales llevan notando desde el pasado año una serie de problemas de convivencia ciudadana. Tano García, presidente de una comunidad de propietarios de la calle Agustín de Bethencourt, denuncia que la presencia continua de ocupas en un solar en esta misma vía. "No lo cerraron en condiciones y entran a pincharse y demás, está siendo bastante incómodo", indica en conversación con este diario, "hasta han provocado incendios".

García reconoció que se está viendo más presencia policial, «a raíz de las denuncias que hemos hecho». Pese a esto, resaltó que «vemos gente sacar las cosas de los contenedores, se producen malos olores, en otras calles se sientan encima de los coches, beben y consumen en la calle». «Es algo desagradable», recalcó.

Íñiguez, en la comparecencia, indicó que en Arenales están actuando agentes del Goia, de la UPAL -con un servicio esencial durante la pandemia con las mujeres prostituidas- y la Umec, la renacida policía de barrio. Han puesto además controles de tráfico en algunas calles.

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