Los bloques de la Fase III de Jinámar tendrán placas solares fotovoltaicas

Los bloques de la Fase III de Jinámar tendrán placas solares fotovoltaicas que suministrarán de energía eléctrica a las zonas comunes. El plan de rehabilitación que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria iniciará a lo largo de este año prevé una mejora en la eficiencia energética de estos edificios de protección oficial de la década de 1980. Un total de 446 viviendas se verán beneficiadas por este proyecto mediante una inversión de 5,2 millones de euros a través del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y del propio Consistorio de la capital grancanaria. 

Tras más de 30 años desde su construcción, los bloques de la fase III del Valle de Jinámar presentan una serie de patologías. Según describe la memoria del proyecto, hay filtraciones de agua en las cubiertas de los edificios, humedades en las plantas bajas y en las redes de fontanería y saneamiento, deterioro del revestimiento original, además de unas zonas comunes con elementos en mal estado y averías en la red de abastecimiento y saneamiento.

La sustitución de los termos por bombas de calor permitirá ahorrar un 30% en las facturas de la luz

La rehabilitación de estos inmuebles tiene como objetivo principal mejorar su eficiencia energética. La idea será que las familias puedan ahorrar al menos un 30% en la factura de la luz, según reseña el proyecto. Para ello, serán sustituidos todos los termos eléctricos o de gas para calentar el agua por bombas de calor. Estos aparatos aprovechan la energía del ambiente para generar electricidad. Esta medida se realizará en cada una de las viviendas.

Además, habrá una rehabilitación integral de las cubiertas. Se mejorará la impermeabilización de las mismas -actualmente presentan un estado deficiente- con el propósito de eliminar los problemas de humedades y filtraciones mediante la instalación de materiales aislantes. Estos a su vez estarán cubiertos por pavimento transitable. Sobre el mismo se colocarán placas solares fotovoltaicas para generar electricidad que alimento a las zonas comunes de cada edificio. La instalación de paneles permitirán reducir un 8% la demanda de energía no renovable del bloque.

«No podremos poner suficientes placas para que todas las viviendas tengan energía renovable», indica el concejal de Urbanismo, Javier Doreste. Esto se debe a las dimensiones limitadas de las azoteas. Y es que algunos de los edificios de la Fase III tienen hasta 12 plantas, con cuatro casas por cada una de ellas. «Cambiando los termos por bombas de calor y poniendo las luces comunes con energías limpias van a bajar las cuotas», resalta el edil.

Pinturas de colores más claros

Por otro lado, el proyecto contempla también la mejora de las fachadas de los edificios. La idea será emplear pinturas de colores más claros en las fachadas con el objetivo de minimizar el impacto de la radiación solar, este absorbe una menor cantidad por lo que la temperatura en las casas se regulará mejor. Así, los edificios dejarán los tonos marrones de la actualidad para sustituirlos por el blanco, como ocurre ya en las fases rehabilitadas del Valle de Jinámar dentro del municipio de Telde.

Las dos orillas de Jinámar

 A esta rehabilitación de los edificios se añadirán una serie de medidas complementarias con el objetivo de mejorar la accesibilidad universal, embellecer los jardines exteriores, asfaltar y reordenar los aparcamientos. Según Doreste se trata de una «visión integral de mejora del barrio», a diferencia de otros planes que se han llevado a cabo en otros barrios de viviendas sociales de la capital, donde los trabajos se han centrado exclusivamente en los inmuebles.

La idea será crear comunidad con el propósito de mejorar las condiciones sociales del barrio

«Con la propuesta intentaremos recuperar estos barrios, será similar a lo que hemos planteado en La Paterna», apunta el edil de Urbanismo, «se hablará con los vecinos para ver qué necesidades tienen». Doreste advierte que se está produciendo un «rápido» envejecimiento del barrio a pesar de la juventud del mismo.

La idea será hacer una comisión de participación vecinal y crear comunidad con el propósito de mejorar las condiciones de vulnerabilidad social y económica del barrio. De hecho, la fase III de Jinámar y la zona de las Ramblas conforman la sección censal con menor renta per capita y por hogar de toda Canarias.

Según Doreste, están a la espera «de la llegada de la documentación procedente del Ministerio para poder licitar». Además habrá que ver vivienda por vivienda -esto no supondrá un impedimento ni obras para las familias, según la memoria-. De los 5,2 millones de inversión, 3,6 corresponden al Gobierno central y los otros 1,6 al Ayuntamiento. El proyecto va en consonancia con los últimos firmados con Madrid, como el de rehabilitación de La Paterna.

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