El Gordo llega a Arucas por partida doble y deja otro quinto premio

Una felicidad por partida doble para la administración de Poeta Pedro Lezcano de Arucas. Pasadas las once de la mañana, Davinia Santana y todo su equipo, adornan el exterior del local tras haber ganado un quinto premio. Globos azules y blancos, sonrisas que no podían ser más inmensas y la esperanza por volver a repartir El Gordo por segunda vez (ya lo hicieron en el año 2018).

"Iba entrando por la puerta de la administración con el cartel del quinto premio justo cuando cantaron El Gordo", narra Davinia. "Todos empezamos a gritar de la emoción mientras nos abrazábamos como locos, y tuvieron que dar media vuelta para no solo traernos el quinto premio, sino también el primero", dice visiblemente feliz. Un número "raro", tal y como describe Davinia, que nadie quería por sus números. "Era sacado por máquina, y la gente cuando lo veía decía que no lo quería por ser feo, y al final mira lo que pasó".

Con tan solo 18 años, Winema González tiene la suerte de decir que la administración familiar de su padre ya ha dado El Gordo de la Navidad. Un premio esperado por todos, en un día marcado por la esperanza de poder ganar un pellizco de felicidad en formato de dinero. La administración, ubicada en la Avenida El Mirón, 29 en el municipio de Arucas, tiene cinco años de vida, y en ese tiempo ya ha tenido la suerte de repartir un quinto premio, en el año 2018, justo en su primer año de vida, y El Gordo de la Navidad, que se entregó este año.

Estaban atendiendo a varios clientes cuando salió el primer premio, que este año se hizo de rogar hasta casi el mediodía, cuando por fin empezó a repartir la felicidad. "Estábamos en la administración, esperando a que saliera El Gordo que era el único que faltaba por salir, cuando de repente escuchamos el número", explica Winema, con la voz temblorosa y la alegría plasmada en sus palabras. "Nos miramos y todos empezamos a gritar y a abrazarnos, no nos lo creíamos", explica. Una emoción tan grande que incluso la contagiaron a los clientes que estaban ahí presentes.

María del Pino Ferrera y su hija Ariadna Medina tienen experiencia en repartir premios el 22 de diciembre. El quinto aterrizó en el Bazar Ferrera, ubicado en la Plaza de la Constitución de Arucas, dejando un pellizco de felicidad entre los agraciados. En el mostrador, la botella de sidra espera a ser abierta con un número de lotería como etiqueta. "Es la botella de la suerte, a todo el que compra le decimos que pase el décimo por aquí", dicen madre e hija.

"Nos enteramos de que habíamos repartido el premio porque nos llamó la dueña de la Administración de abajo, que también repartieron el quinto premio (y horas más tarde El Gordo de la Navidad)", explica Ariadna, que lleva a juego junto con su madre un jersey y unos pendientes navideños que suelen ponerse cada año y que sin duda alguna les da suerte. "Cuando nos llamaron la alegría fue máxima, y rápidamente llamamos a la delegación para confirmar la noticia", dice María del Pino.

Hasta el momento, con el trajín de haber repartido tanta felicidad, ninguna de las tres administraciones saben con certeza cuántos décimos han repartido.

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