El Muelle Santa Catalina podrá disponer de 719 metros para atraques, el máximo permitido sin afectar a la operatividad del resto del Puerto, dentro de seis meses. La compañía Cyes Maritime Works, adjudicataria del proyecto de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, acaba de comenzar las obras de ampliación de esta línea de atraque en su lado poniente, la primera de las dos fases que los Puertos de Las Palmas ejecutarán en años sucesivos. Durante las últimas semanas se ha completado la señalización de los accesos a la zona de obras y a partir de ahora -hoy mismo, si las condiciones lo permiten- comienza el vertido del hormigón que dará forma a la nueva estructura.
El volcado de este material se realizará directamente desde tierra: una grúa de grandes dimensiones será estacionada en la zona y se encargará de verter el producto en el punto exacto donde irá emplazada la nueva zona de atraque. La 'pila', nombre técnico con el que se conoce este tipo de estructura, estará separada del resto del muelle Santa Catalina unos 21 metros, aunque se mantendrá unida a este a través de una pasarela metálica.
La Autoridad Portuaria ya ha ensayado con éxito este tipo de estructuras discontinuas en otros recintos, como el de Puerto del Rosario, y en la actualidad ejecuta otra similar en Naos (Arrecife) para el mismo cometido, recibir de manera simultánea varios cruceros o buques de gran eslora. En cualquier caso, el de Santa Catalina presentará una diferencia con respecto a estos otros: contará con sistemas de defensas y, por lo tanto, permitirá el atraque directo.
Para garantizar que la nueva estructura admite atraques es necesario continuar sin sobresaltos la misma línea del muelle ya existente, por lo que el punto de amarre tendrá el mismo ancho que el actual dique, 15 metros. Para darle forma, primero se procederá al vertido de la losa inferior y sobre ella irán emplazados cuatro pilares circulares en cuyo tope superior se colocará otra losa más. Será en esta última capa donde queden instalados los aristones y el resto de elementos necesarios para realizar los amarres.
Los trabajos para ampliar la línea de atraque del muelle Santa Catalina coinciden en el tiempo con el periodo del año más tranquilo en cuanto a tráfico crucerístico en Gran Canaria. Para lo que resta de mes solo hay prevista la escala del Aurora, el día 27, y de cara a agosto se espera la llegada de dos buques, el Magellan y el Columbus. En septiembre serán cuatro ( Explorer of the Seas, Independence of the Seas, Sirena y Britannia) y solo a partir de octubre arrancarán las visitas simultáneas de varios cruceros en una sola jornada.
Las previsiones que maneja la Autoridad Portuaria pasan, de todos modos, por ejecutar los trabajos más complicados antes del fin de septiembre. A partir de entonces se pasará a las fases que menos interferencias puedan causar, aunque desde la administración de los Puertos de Las Palmas se asegura que en cualquier caso el calendario de obras estará siempre supeditado a la operativa portuaria prevista en el muelle.
La obra, que de acuerdo con las mismas fuentes no reviste una especial complicación, tiene un plazo total de ejecución de cinco meses. Además de los 719 metros que tendrá el Santa Catalina poniente en su configuración exterior -la que mira hacia la ciudad-, el muelle también ganará línea de atraque en su configuración interior, la que se encuentra junto a la explanada de operaciones. Los 36,6 metros que añadirá supondrán que esta zona llegará a tener un recorrido de 314,22 metros.
El proyecto contará con una segunda fase en el lado nacien-te de Santa Catalina -el más cercano al muelle León y Castillo- que aún debe ser objeto de otro concurso por parte de la Autoridad Portuaria. Esta otra obra, que los Puertos de Las Palmas prevén de cara al verano de 2020, sumará 71,71 metros a los 360,29 de los que ya dispone, de modo que una vez concluida toda la obra esta zona llegará a los 432 metros.
