Las frecuentes salidas de tono, tendencia a los excesos y bochornos, como cuando comenzaron a circular sus vídeos sexuales por la red, mantuvieron en suspenso la carrera de este carismático y apuesto actor dublinés de 36 años. También contribuyó a ello una vida amorosa muy mediática, en la que se le acreditan relaciones con Demi Moore, Britney Spears y Paris Hilton, entre otras muchas como, según algunos, la propia Angelina Jolie.

Desde que se ha atemperado, tras el nacimiento de su segundo hijo, la industria, que odia y teme a los actores menos convencionales, le ofrece oportunidades que podrían confirmar su estatus estelar y alejarlo del saco de las eternas promesas. Tras conseguir su primer Globo de Oro por su espléndido trabajo en Escondidos en Brujas, presenta ahora la nueva versión de Desafío total, excelente y divertido relato de ciencia ficción, basado en un cuento de Philip K. Dick, que confirmó el tirón comercial de Schwarzenegger hace más de dos décadas. Irán llegando después los cuatro proyectos que tiene en marcha, los thrillers Seven Psychopats y Dead Man Down, y Saving Mr. Banks y Winter´s Tale, de género fantástico.

Se unen estos filmes a los sólidos productos que apuntalan su carrera comercial y que aceptó para darse a conocer -Corrupción en Miami, Los hombres de Harrelson, Daredevil-, pero también dejan hueco para perseverar en esa otra línea de trabajo que le ha permitido lucirse con directores del prestigio de Spielberg, Oliver Stone o Woody Allen.

Farrell iba para futbolista, como muchos de sus familiares, pero se impuso la interpretación. A los 25 años, Kevin Spacey lo descubrió en un teatro londinense y lo recomendó para un papel en Criminal y decente, de la que el veterano actor era protagonista. Esta le abrió las puertas de Hollywood, y la exitosa Tigerland, con desnudo incluido, dio un empujón a su carrera.