El mundo de la interpretación: actrices y actores al borde de un ataque de motivación.
Participan:
Esther Muñoz, actriz, empresaria y pedagoga teatral. Creadora de El Bambalinón-Café Teatro, en la que trabajó como directora, productora y actriz. Especializada en la técnica del Mimo Corporal- Étienne Decroux y creadora de Mecova Teatro, compañía teatral formada por cinco mujeres, en la cual dirige y actúa actualmente.
Hermi Orihuela, directora de Papaya Estudio academia de teatro en inglés. Actriz, dramaturga y docente de inglés y de teatro. De entre sus principales apariciones en la gran pantalla, cabe destacar su versatilidad en títulos como La Isla Interior, Óscar, una pasión surrealista, y Como Reinas, donde tiene la oportunidad de trabajar con actores de la talla de Victoria Abril, Emma Suárez, Carlos Álvarez Novoa y Joaquim Almeida.
Leo Reyes, autor de teatro, actor, director de escena, profesor de Artes Escénicas y director de escuelas artísticas. Gestor, programador cultural y asistente de producción cinematográfica y audiovisual.
Sofía Privitera, actriz, directora y productora de espectáculos y audiovisual. Tras varios trabajos en distintos campos de la pro- ducción en películas como Jason Bourne, Rambo V, Aliados y de ser productora ejecutiva de El Programa con Aarón Gómez para RTVE en Canarias; ha decidido constituirse como productora de espectáculos y audiovisual, 'La Cueva Producciones'.
Modera:
Lamberto Guerra, actor y director de cine con 20 años de trayectoria. Compagina cada vez más sus proyectos como actor con la escritura y dirección de cine, y eventualmente con otra de sus grandes pasiones, la enseñanza, ofreciendo talleres de interpretación y dirección de actores. Reconocido por sus interpretaciones en televisión (La Revoltosa, La Sala, Grasa), teatro (El Crimen de la perra Chona o La Ratonera) y cine, protagonizando más de una treintena de cortometrajes profesionales y largometrajes como Crónicas del Desencanto.
Como director, es autor de los cortometrajes 'Nice Song', integrante del Catálogo Canarias en Corto 2015/2016, 'Lo que no se ve', ganador de 11 premios y más de 50 selecciones internacionales en festivales de todo el mundo, el thriller 'Nueces' y su último trabajo, 'Lila', su primer cortometraje subvencionado por el TEA.
Han pasado milenios (literalmente) desde que el oficio del actor (y la actriz) se desarrollaba únicamente a través de tragedias griegas... Aunque el presente sigue contando con cierta dosis de tragedia: en España, sólo el 8% de la profesión puede vivir de su trabajo como intérpretes. Eso significa que más de 9 de cada 10 intérpretes está "en el paro" (en el mejor de los casos) o ni siquiera tiene oportunidades suficientes de trabajar cotizando (mucho menos en el Régimen Especial de Artistas) y, con algo de suerte, se gana la vida con otros oficios... Al menos, esas eran las cifras antes de que el mundo cambiará estos últimos meses... Hoy en día, probablemente no pasemos del 0'1%.
Sin embargo, observando la realidad más cercana hace sólo unos meses, no todo parecía tan dramático: entre ese menos del 2% que desfila por las alfombras rojas del mundo, y el porcentaje de la profesión que cada año tira la toalla (una o varias veces...) por necesidad o aburrimiento, había un número cada vez mayor de intérpretes que lograba desarrollar una carrera, navegando entre los icebergs de la inestabilidad laboral, la desidia institucional, la falta de políticas para el sector, o las intrigas palaciegas entre egos e inseguridades propiciadas por todo lo anterior...
Y frente a ese océano de obstáculos (aún más vasto en las islas), se sumó un tsunami desconocido para las generaciones que poblamos el planeta estos días: el virus, la pandemia... El confinamiento, y la crisis titánica que implica, y de la que aún no somos capaces de calcular las consecuencias con respecto al sistema capitalista en el que vivimos.
Pero, a pesar de todo, incluso ante semejante revés global y este océano de incertidumbre en el que nos movemos ahora... El oficio ha resistido y buscado nuevas formas de mantenerse a flote y llegar a buen puerto: el público responde cada vez más a las ofertas culturales y, sobre todo du- rante el confinamiento de varios meses al que se vio sometida la sociedad, el arte y la cultura se convirtieron en el mejor salvavidas al que aferrarnos cada día a través de las distintas ventanas digitales que nos han permitido mantenernos conectados... Nuevas propuestas nacen con la intención de hacerse un hueco en el sector... Los actores (y actrices) se reinventan, y
hoy, incluso sin salir de las islas, incluso sin salir de sus casas, encuentran pequeñas oportunidades en grandes producciones internacionales, o a través de la cámara de su móvil y las redes sociales...
Entonces... ¿Hay esperanza para nosotros? ¿Cómo será nuestra "nueva normalidad"?
Las redes sociales, ¿son el futuro o un sacrilegio? ¿Tenemos que convertirnos en 'influencers' para poder trabajar?
Los laureles que asomaban en el teatro, la televisión o el cine, ¿podrán reverdecer después de esta nueva crisis, o necesitaremos unir fuerzas para que la gestión política no se olvide como siempre de nuestro sector a la hora de reconstruir la sociedad post-pandemia?
Y sí, todos conocemos a las estrellas de cine, que probablemente no tendrán problemas para sobrevivir a pesar de la crisis, pero, ¿quiénes son los actores (y actrices) de nuestra tierra? ¿A quiénes vemos en nuestros teatros o en proyecciones de cortometrajes? ¿Quiénes nos han salvado el tedio del día a día en confinamiento? ¿Viven o sobreviven del arte?
¿Se puede vivir siendo actor (o actriz) en Canarias?
En esta mesa participativa se pretende debatir sobre estas y otras cuestiones y, sobre todo, ser un punto de encuentro para la profesión después de la etapa histórica que nos ha tocado vivir, para reflexionar en clave cons- tructiva sobre la realidad de nuestro oficio, e invitar al público a acercarse y conocer a sus actores (y actrices)... Actrices que, por cierto, en los últimos tiempos comienzan a recibir, por fin, el apoyo necesario para ver reconocido su lugar fuera del paréntesis, un lugar de igualdad en uno de los oficios más antiguos del mundo: el arte de contar historias, de la empatía activa, de dar voz a quienes no la tienen... Un arte destinado a ser el espejo de la sociedad en la que vivimos... Y de la que podríamos ser.
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