La obra de Paqui Martín es el reflejo de su propia actitud frente a la vida. Una experiencia vital marcada por acontecimientos que filtran, una y otra vez, su creación artística. Las escenas que reflejan los trabajos que componen la exposición no tienen fecha. Es cierto que eternizan momentos muy concretos, tragedias personales y familiares perfectamente reconocibles. Pero basta un cambio de escenario geográfico y de protagonistas para identificar situaciones muy similares que, por desgracia, no han merecido la atención de nadie. La tragedia de los refugiados no es de ahora.