Con el paso de las semanas, Secret Story va resolviendo y creando nuevas tramas que sorprenden a los espectadores con una facilidad pasmosa.

Esta vez, la Casa de los Secretos se presentaba especialmente revuelta debido a la gran cantidad de conflictos que, en las últimas horas, se habían hecho patentes entre los concursantes.

Sin embargo, nada hacía presagiar que una de las grandes favoritas de la temporada, la desconocida participante Emmy Russ, iba a convertirse en la protagonista de la última gala del concurso y no precisamente por una buena razón.

La concursante atravesaba sus horas más bajas y difíciles en el concurso y, en una especie de arrebato contra el concurso y la organización del mismo, Russ les dedicó unas desagradables palabras que no la dejaron en muy buen lugar y que, además, provocó el enfado del público y del presentador de la gala, Jorge Javier Vázquez.

La concursante, que además resultó ser la última expulsada de la noche, compartía en el confesionario del progrma que se sentía como "la basura del programa" y que, tanto la organización como el propio presentador "sabéis bien lo que estáis haciendo con Canales para que yo salga".

La respuesta de Jorge

Muy enfadado y visiblemente molesto por la acusación tan grave e importante que 'la reina de los realities alemanes' había dirigido al programa. Vázquez quiso tener una conversación a solas con Russ para conocer el porqué de este cambio en la joven.

"Tenemos que hablar y además hacerlo seriamente", comenzaba el catalán ante la cara de sorpresa de la alemana.

Tras el aviso, la concursante se enfrentaba a los vídeos en los que cargaba contra el programa, la productora y el propio Jorge Javier y, al finalizar el mismo, Emmy se quedaba callada.

"Emmy, tú imagina que tienes una hija así, ¿qué le dirías?", disparaba, certero, Jorge Javier. "Maleducada... totalmente. No quería esto. Es lo que he hablado mucho en la casa, soy otra Emmy, siento que no puedo, que no puedo cambiar el chip, que es lo que debería hacer y no lo consigo, y por eso creo que es hora de irme", respondía llorosa la concursante.

Incumplimiento de las normas

Pero esto no fue todo. Más tarde, sin permiso del programa, que es quien decide cuándo se desvelan los secretos de los concursantes, Emmy le contaba entre sollozos a Luis Rollán, su gran amigo en la casa, cuál era su secreto. "Viví en un centro de menores porque mi madre me abandonó".

A su llegada a plató, Emmy se abría en canal y contaba su dura realidad. "Un día la casa estaba vacía, incluyendo mi pasaporte y todo lo mío. Me fui a comisaría y pedí ayuda. Mi madre me dejó sola. Por lo difícil que nos llevábamos. Luego me enteré que lo que quería era darme una lección. La policía me ingresó en este centro de menores y entendí que esa iba a ser mi casa por un buen tiempo", confesó.