"Soy Gustavo, la mano derecha de Teresa Campos, su asistente personal. Llevo 34 años a su lado y mi vida ha sido una maravilla a su lado". Con estas palabras, y tan solo dos semanas después de la muerte de María Teresa Campos, Gustavo Guillermo, el chófer personal de la veterana comunicador, se convertía por sorpresa en el fichaje más inesperado de GH VIP 8.

La bomba cayó como un jarro de agua fría en el seno de la familia con la que ha compartido casi 40 años de su vida puesto que nadie sabñia de la aprticipación del chófer hasta el pasado jueves cuando se lo encontraron, al mismo tiempo que España entera, sentado en el confesionario más famoso de la televisión.

Si bien es cierto que todo el mundo pensaba que Gustavo iba a soltar lo más grande en esa casa de Guadalix de la Sierra, la realidad es que el chófer y mano derecha de la fallecida comunicadora ha guardado silencio en torno a su figura y no ha parado de ensalzarla durante su participación en el formato.

Sin embargo, tras su expulsión disciplinaria del concurso, Gustavo ha hablado de lo que más le ha decepcionado de las hermanas Campos.

Gustavo en GH VIP. Telecinco

"No me sentí querido ni protegido"

Al ser preguntado por su peor momento con Terelu y Carmen, Gustavo reconoció que "no me sentí querido en el momento que se me atacó con unos hechos. Yo sentí que necesitaba más cariño. No me sentí protegido. ¿Dónde están las mil horas de grabaciones? Existe una y se lo reconocía a ellas, le pedí perdón, fue una tontería, un error" y añadía que "no entendía cómo ellas no me defendían como a veces defendía a otras programas de su programa (...) Mi relación con Teresa iba más allá de un contrato. Éramos madre e hijo, yo a ellas las considero unas hermanas", zanjaba.