Decíamos ayer? Pues hablábamos recientemente de las primeras boticas que se establecieron en nuestra ciudad a partir de 1780 en que abrió la suya el farmacéutico Luis Vernetta Luccini (así como de otras localizadas posteriormente en esta ya lejana época), y a quien sucedió su hijo Luis Vernetta Bacharelli, que fue quien la trasladó desde Remedios a la calle Muro esquina a Fuente en 1865. Al morir éste, como sus hijas Clara y Luisa no tenían el título correspondiente, se vieron obligadas a contratar un farmacéutico para poder seguir abierto el establecimiento, por lo que al final se decidieron por un boticario de poco más de veinte años natural de Lérida llamado Ramón Chesa Sancho, que llegó suponemos que para un trabajo más o menos circunstancial teniendo en cuenta que se trasladaba a unas tierras algo alejadas de su Cataluña natal y que, cautivado por la ciudad y la isla, quedó en ellas y con su matrimonio incrustó su primer apellido por estos lares.

La razón por la que nuestro Ramón Chesa estudió farmacia no fue casual. Su abuelo, Antonio Chesa, residía en el último tercio del siglo XVIII en la localidad de Vilaller y fue el padre de Joaquín Chesa, también farmacéutico casado con Magdalena Sancho, que casualmente había estudiado la misma carrera. De este último matrimonio nació en el pueblo de Puigvert en 1845 el boticario que contratado por las hermanas Vernetta arribó a la ciudad con poco más de veinte años sobre 1870 para hacerse cargo de la farmacia heredada por las jóvenes en la esquina de Muro con Fuente, fijando su residencia en la cercana calle Terrero número 6, un domicilio bien cercano al que habría de ser su lugar de trabajo. A la edad de 28 años casó en la iglesia de San Francisco con Nicolasa Oramas Guerra como hija del teniente de notario Donato Oramas de Ortega y de Rafaela Guerra Travieso, de cuyo matrimonio nacieron tres hijos, de uno de los cuales, otro Ramón Chesa Oramas, proceden los Chesa conocidos en nuestra ciudad. El viejo Ramón Chesa Sancho trabajó en aquella farmacia hasta su jubilación en 1919 falleciendo aquí en 1924 cuando contaba 79 años de edad.

Este otro Ramón Chesa Oramas había nacido en 1884 y después de una estancia en Londres matrimonió asimismo aquí con Josefa Ponce de León y Armas Maldonado, hija de José Ponce de León Pérez, natural de Firgas, y de María de las Nieves Arias Maldonado González, sobrina carnal de aquel cura natural de Agüimes, Antonio Vicente González Suárez, al que ahora se le está siguiendo proceso de santidad para elevarlo a los altares. De este matrimonio nacieron siete hijos, que quedaron apellidados como Chesa Ponce, uno de los cuales, Nicolás, que también fue médico, fue el padre del actual jefe del servicio de Urología del Hospital Insular, Nicolás Chesa Ponce (a quien le debemos los datos solicitados aquí resumidos), que curiosamente sigue guardando los dos mismos apellidos paternos porque su progenitor casó con una prima hermana, hija del también afamado urólogo José Ponce Arias.

Para acabar conozcamos quiénes fueron los sucesivos propietarios de la botica de la calle Muro esquina a Fuente después de los Vernetta: Gaspar Meléndez, quien tenía curiosamente una droguería en la casa de enfrente de la misma calle, y a quien sucedió su hijo Luis Meléndez Bojart. Posteriormente Miguel Velázquez Cabrera y, hasta el incendio del inmueble en 1981, Castor Molina Molina.