Reseteando

El gafe en forma de meteorito

Javier Durán

Javier Durán

Dicen que Ángel Víctor Torres es gafe por el número de desgracias que ha tenido que afrontar bajo lo que lleva de esta legislatura. El epítome de su engafamiento estaría en el (o los) meteoritos que han estado a punto de partirnos la cabeza, hitos espaciales tras la calima pertinaz, el temporal subtropical y la erupción histórica. Queda al margen la pandemia, dado que a su gafe no se le conoce influencia alguna en Wuhan, lugar chino donde supuestamente se originó la emergencia sanitaria. ¿Y los otros sufrimientos? Pues no riman bien en lo que sería una fusión entre la mala suerte y el presidente del Gobierno: todos los expedientes se resolvieron de manera satisfactoria (o están en vías de ello), algo imposible de concluir si, como se dice, el jefe del ejecutivo isleño fuese un gafe. Lo recomendable ante ello sería aislarlo de los planes de emergencia, salvación o reconstrucción para evitar males mayores. Sin pruebas metodológicas suficientes ni la intervención de ningún tratadista de esoterismos (o mal de ojo), procede referirse entonces a lo que padece Torres en las redes sociales como de acto colectivo de expiación (lúdica) por el precipitado de calamidades vivido. Un jolgorio que con toda probabilidad se colará a la hora de evacuar su índice de aceptación de cara a las próximas elecciones. ¿Cree usted que está ante un candidato gafe?, preguntaría el Sociobarómetro de Canarias con respecto a la peculiaridad. Una vez que los expertos airearon que el estampido sónico había sido por la caída de un meteorito en la costa norte, no pensé de inmediato en Torres y su poder gafe. Esa bola del mismo tamaño de una pelota de baloncesto, ardiente, venida del más allá, me trasladó a la imagen de unos aborígenes que ven pasar el material esférico a toda velocidad, ignorantes de su procedencia y finalidad destructiva. ¿Pero lo es? No lo sé. Si hay negatividad, me atrevo a aventurar, este (o estos) meteoritos son un aviso de que los contratiempos suben el listón y que Torres debería bañarse en el Ganges y dedicarse al estudio de los confines del mundo.

Suscríbete para seguir leyendo