Desde mi noray

Un penique, por favor

Juan F. Fonte

Juan F. Fonte

El muelle de Santa Catalina nos trae siempre gratos recuerdos infantiles, que con el paso del tiempo se van ahondando en la memoria, pero que de vez en cuando salen a la luz como una expresión de un pasado que no se marcha y que está vivo en la retina, como algo presente que se resiste a irse de una época que vivimos en nuestras correrías con el pantalón corto entre nuestra casa de la calle Luis Morote y la vieja marquesina situada en el lado sur del citado espigón.

A mediados del siglo pasado había un grupo de muchachos procedentes de los barrios del Refugio, La Isleta y Santa Catalina principalmente, que estaban a la caza de los chony, como se les conocía a los turistas británicos que arribaban a la Isla en los barcos de las compañías Yeoward y Fred. Olsen, entre otras, que eran abordados por estos mozalbetes cuando desembarcaban por la escalerilla de la citada marquesina al grito: ¡One Penny! A su invitación se lanzaban raudos al agua con su bañador de fabricación casera para lograr la moneda de cobre que le lanzaba un sonriente inglés como dádiva generosa. La manada juvenil se disputaba el citado “trofeo” como unos delfines margullando hasta el fondo de la masa líquida y, tras atrapar la pieza, la sacaban a la superficie cogida entre sus dientes para que no se escapara. Y a así una otra vez al agua en busca de un nuevo penique.

La fiesta portuaria era la diversión de aquellos muchachos que se mojaban por una buena causa para llevar a sus estómagos algo de comida, en unos momentos en los que se pasaba bastante hambre y se conformaban con una centésima parte de una libra esterlina o la doceava parte de un chelín. De esto han pasado casi 75 años, pero era una expresión de la vida portuaria de La Luz que presagiaba el torrente turístico que se nos avecinaba con aquella primera oleada de nórdicos bronceando sus cuerpos al sol de Las Canteras que venían en demanda de nuestra capital en los años 50 del siglo XX. La diferencia es que ya no llegaban en barco sino en vuelo charter.

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