Reflexión

El poder de los jóvenes ante el cambio climático

Fernando Granda

Fernando Granda

Un programa de televisión presentó días pasados una pregunta: ¿Qué representaría hoy Félix Rodríguez de la Fuente –fallecido hace 43 años en un accidente de aviación– respecto al cambio climático? Aprovechando que entrábamos en la campaña electoral de autonómicas y municipales quedó para nueva ocasión otro interrogante: ¿Seguiría siendo el líder ecológico que un día fue propuesto por algunos como figura política para participar en las elecciones generales como candidato a futuro presidente del Gobierno? Anunciadas nuevas elecciones, supongo que no habrá esa otra ocasión porque el emblemático Félix tenía 52 años cuando falleció y, de haber seguido vivo y con sus programas, ahora tendría 95. Quizá triunfasen algunos de sus discípulos, aunque era difícil tener una viveza y empatía como la de él. ¿Nueva ocasión perdida?

Triunfar en este terreno significa tener poder económico y político para participar en lides electorales. Y una gran vitalidad. Por lo que considero que disfrutar de ambas cosas es seriamente difícil. La experiencia suele tener esas contradicciones. Cuando eres joven te falta la sabiduría que da la vida. Si acumulas larga experiencia lo más habitual es que acuses debilidad de fuerzas. Al menos fuerza física, aunque la mental sea mayor.

Poder, experiencia y sabiduría en la juventud lo consigue poca gente, personas singulares. Puede que esa sea la razón de la escasa atención que consiguen muchos jóvenes. Al menos los que exigen medidas para no estropear más el mundo. Logran atención mediática en muchas ocasiones pero lo que buscan conseguir es atención práctica. Que les hagan caso, que sus peticiones se consoliden, se lleven a la práctica. Cosa que solamente ocurre en ocasiones muy contadas, casi únicas.

Sí, Greta Thunberg consigue visibilidad en los medios con su trayectoria personal, pero en la práctica las medidas que propone no van mucho más allá de las imágenes mediáticas. El poder está en otro sitio, en altas torres de populosas urbes; cerca de mercados de la opulencia, lujosísimos despachos, palacios de película… donde elegantes magnates deciden comprar y vender haciendas, sudores, almas, tierras, lo que dé beneficios.

El verde es un color lejano para éstos. Es uno de los colores más ansiados por unos y de los más denostados por otros, según el nivel de poder de otros y unos. El caso es que en estos momentos se va imponiendo el marrón, el amarillento de la sequía que ha destruido cosechas mientras gran parte de la humanidad lucha por implantar los colores de la vida. Los magnates de elegantes despachos no parecen dispuestos a tomar medidas para resolver el problema del calentamiento climático. O, al menos, con la urgencia que reclaman los científicos. E igualmente demandan los jóvenes, que son los herederos de las consecuencias de la inactividad actual.

Lo de Planeta Azul es una visión estratosférica, sideral. Se debe a la lejana abundancia de los mares, que al acercarse se descubren contaminados. Pero desde las altas torres urbanas de lujosos despachos no se vislumbra el peligro del deterioro planetario. No les conviene verlo. Mientras, el pasado mes de marzo fue el segundo más caluroso del siglo en España y las altas temperaturas de la superficie de los océanos a principios de este abril han registrado máximos históricos y la evaporación del agua supera los millones de litros que reciben por la lluvia, datos publicados por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos. En mayo ha llovido pero tan irregularmente que ha rematado cultivos muy deteriorados por la prolongada sequía, las temperaturas inusuales para la estación y en cantidad insuficiente para paliar la persistente sequía.

«Querer es poder» es solamente una frase voluntarista porque la realidad parece demostrar lo contrario ya que para conseguir eficacia se necesita que el poder quiera. Y los jóvenes tienen voluntad pero pienso que escaso poder. Mientras tanto avanza a gran velocidad el calentamiento climático que va destruyendo el planeta.

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