Reseteando

Apagón, pero con la luz bien cobrada

Apagón en la zona de Triana

Apagón en la zona de Triana / LP/DLP

Javier Durán

Javier Durán

Interesante que el poder fáctico energético tenga que adherir a sus centrales en Canarias unos cacharros por si hay apagón y tenemos unas rodajas de atún en el congelador. Más interesante aún es que Clavijo se empeñe en la convocatoria del concurso para que se habiliten los cambios estructurales para salir del medioevo energético. Pero sería muchísimo más regocijante, gozoso u orgásmico que alguien explicase dónde va a parar el pastón del recibo de la luz, especialmente la parte referida a los costes fijos que recoge la factura. El sistema productivo isleño se encuentra ahora mismo en estado de pobreza energética, su red electrica no es fiable, puede colapsar y poner en situación de pérdida millonaria a miles de negocios. Frente a ese escenario bananero, la luz tiene el mismo coste que la que recibe en su casa un residenciado fuera de Canarias. Todos sabemos que las eléctricas han sido afortunadas con los beneficios caidos del cielo y que España logró incrustar en la ortodoxia europea un mecanismo para frenar tanto descaro. Pero dada la emergencia energética de las Islas y el atraso tecnológico que había debajo de la alfombra, el enriquecimiento con Canarias ha sido por partida doble. Si alguien no llega a a escrutar en el escritorio correspondiente la carpeta del secreto que transicionaba por Transición Ecológica, estaríamos de aquí a una década iluminándonos con lámparas de carburo y con el operador encantado, porque los canarios siempre son los conejillos de Indias para todas las perrerías inimaginables. Siempre felices con su calima, playas doradas y su continente en miniatura. Recomiendo encarecidamente a Tony Judt y su libro Algo va mal para conocer de primera mano el engolfamiento de esas empresas que, por mor de la privatización, tienen como dedicación la gestión de servicios tan esenciales para los ciudadanos como la sanidad, el transporte o la energía . Esta emergencia no es otra cosa que un empobrecimiento de Canarias y de los canarios, olvidados y empaquetados por un neocapitalismo al que le trae al pairo el filete de atún que tenemos en la nevera.

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