Una fiesta en paz sin sillas volando
Son cosas que pasan y que realmente no debieran ni merecieran la pena por las que gastar tinta, pero creo que es fundamental que en unas fiestas como las carnestoslendas haya paz y un no rotundo a la violencia.
En eventos tan prestigiosos como el Concurso de Murgas, Comparsas o Drag Queens no deberían suceder momentos ilustrativos de violencia desmedida, ni gritos, ni sillas volando y mucho menos peleas como si de gatas callejeras se tratase. Cuando se pierden las formas, se pierde la razón.
Y la paz debiera ser el ejemplo vivo de convivencia, dejando hueco a la crítica, pero también a la educación. Sin educación, no hay respeto.
Nadie quiere un Carnaval con conflictos, nadie quiere un carnaval con peleas. Sean estas dentro o fuera. Porque hemos conseguido crear un bonito Carnaval, con un ambiente abierto, solidario y respetuoso. Dejamos atrás aquellos años donde el conflicto callejero era visible y nos hacía huir.
No pretendo llamar la atención, ni ser la madre de nadie. No dejemos que nadie nos agüe la fiesta, que nos impida celebrar y divertirnos, porque no nos lo merecemos y no queremos.
Gracias a todos, que con cariño se disfrazan, a todos los que participan de alguna manera, a los que cantan, a los que bailan. A cada uno que sale a divertirse, a vacilar, a reír o a llorar. A todos los que hacemos el Carnaval.
Tengamos la fiesta en paz. Sin duda, hoy voy patrocinado por Celia Cruz. ¡La vida es un Carnaval!