Mi querida fonomímica

Seguro que muchos de ustedes no sabrán que es esa palabra... Fonomímica. Si dividimos y vamos a la etimología de la palabra, descubrimos que está compuesta por dos, que si las separamos ya nos dan ciertas claves. ¿Ya? Según la RAE, fonomímica es el «arte que consiste en fingir que se habla o se canta, mientras suena un sonido previamente grabado».

Pues esto es lo que se ha impuesto como moda consolidada en todos los eventos del carnaval. Seguro que se habrán percatado.

Se confirma y reafirma en la pasada gala de Maquillaje corporal, en la Gran Dama y en la elección del Trono Infantil. Se hace playback y mucho. Antes de estos y ya por varios años, las Reinas fueron añadiendo a su puesta en escena esta fórmula.

Ganadoras como las presentadas por el desaparecido Fernando Méndez, que al son de Raffaella Carra o bossa nova armonizaban sus labios con la canción sonante. ¿Y saben qué? Es una clara influencia de la Gala Drag. Y eso me llena de orgullo y satisfacción.

Porque la Gala Drag no solo nos ha enseñado a crear nuevos conceptos de baile, interpretación, ejecución y diseño. Nos ha enseñado tolerancia, libertad, creatividad y a hacer un correcto y marcado lip sync.

Cuantas cosas maravillosas ha destapado esta forma artística tan rompedora. Y sí, barro para casa, of course.

Y como este espacio es el que este diario en papel me brinda, una columna para que ejerza mi punto de vista y opinión, te pregunto antes a ti, querido lector, sobre esto. ¿Qué piensas? ¿Te habías percatado? ¿Lo ves bueno? ¿Es necesario?

Pues nada es necesario, pero sí importante. Y esto es importante. Es progreso, es evolución. Hemos evolucionado a un tipo de espectáculo, una Gala de la Reina, por ejemplo, más provocadora, más expresiva y transmisora.

Bravo por todos los que nos movemos al ritmo de las palabras de la música.

Hoy y como siempre he traído patrocinador: Maya, para todas las guapas, que haberlas haylas.