Opinión | Reseteando

El artista hace lo que le da la gana

El creador José Luis Luzardo.

El creador José Luis Luzardo.

En un país donde la Iglesia tiene pendiente de resolver un abultado expediente sobre casos de pederastia encarnados en sus sacerdotes; en un país donde descendientes de fusilados por el franquismo esperan por un entierro digno y humano; en un país donde la pornografía invade la vida de la infancia y la adolescencia a través de internet; en un país donde crecen las muertes de mujeres por asesinatos machistas; en un país donde la violencia vicaria sobresale entre las crónicas de sucesos; en un planeta que teme por el estallido de una guerra nuclear; en un orbe donde a diario caen en Gaza cientos de niños fulminados por los ataques de Israel... En un mundo corroído por estas y otras tristezas y hundimientos, van los eminentes Abogados Cristianos, levitan unos centímetros y piden el cierre de una exposición de José Luis Luzardo que introduce figuras monjiles en preservativos. Esta asociación de escapulario reclama la clausura de la muestra del Centro de Artes Plásticas, organizada y financiada por el Cabildo. Luzardo, que siempre ha hecho lo que le da la gana, ha explicado que su temática artística va sobre el deseo, el sexo y el sida, sobre lo que trabaja hace años sin cruzarse en su camino con crucifijo alguno. Pierde el tiempo: estos letrados martilleantes no quieren saber nada de las oscuridades del alma, ni de los sufrimientos físicos por culpa de la enfermedad. Estos señores del juicio final pertenecen a otra galaxia: la masturbación no existe; la homosexualidad es una aberración; juguetes sexuales y artefactos para adultos son basura; hay que lanzar al fuego cualquier hoja impresa que contenga el aliento del maldito Sade... Nadie le ha exigido a estos puritanos enloquecidos que se vayan de la ciudad, no se les echa ni se les declara no aptos para entrar en un bar y beberse una manzanilla o un anís El Mono. De hecho, si me encuentro con algún Abogado Cristiano no descarto meterlo en una urna de cristal, a la manera de José Luis Luzardo, para saber qué química tienen en sus intersticios cerebrales estos Hombres de Harrelson contra el pecado y la lujuria.

Suscríbete para seguir leyendo