El apio es una de las verduras que admite, por su gran riqueza en agua, extraer bien su jugo y presentarlo en consomés e infusiones, lo que proporciona otra manera de sacar provecho de sus cualidades nutritivas.

El recetario permite ampliar su presentación en crudo, en ensaladas y guarniciones, a rellenos de múltiples ingredientes, como el queso y la carne utilizando las ramas enteras, pasando por la posibilidad de prepararlo al horno.

Más allá de lo que se pueda ofrecer en esos platos, el apio puede aprovecharse en otras presentaciones que se toman con cuchara.

Si bien las infusiones más acostumbradas en el consumo popular son las de hierbas medicinales, verduras y frutas se están sumando en los últimos tiempos a este tipo de preparados, que resultan estimulantes, fáciles de preparar y nutritivos.

Por ejemplo, si se elabora en consomé, una fórmula sencilla puede ser la de escoger tres o cuatro ramas del manojo de apio fresco, que no estén demasiado verdes, y echarlo en una olla de agua hirviendo con una papa, un diente de ajo y dos cucharadas de aceite de oliva.

Si se baja el fuego y se deja cocer durante aproximadamente media hora, el consomé se extraerá tras colar las trozos de rama y la papa.

Y estas verduras que acompañan el caldo, se pueden consumir aliñadas al gusto: sirve la mayonesa, el pimentón o la salsa de soja, cada uno de ellos para diferentes paladares.

En cuanto a las infusiones, más allá del uso que se pretende dar al apio en las dietas de adelgazamiento, la tisana con esta verdura es otra manera de aprovechar sus cualidades nutritivas, aunque deja atrás la buena aportación de fibra de sus ramas estriadas.

Teniendo en cuenta que al apio se le atribuye la cualidad de ser un buen estimulador de la depuración de los riñones, y también del hígado y los pulmones, una tisana de esta verdura puede resultar muy saludable.

Asimismo, se cree que es un excelente tónico del sistema nervioso y de las glándulas suprarrenales, que son las encargadas de regular la respuesta ante una situación de estrés.

Para preparar la tisana hay que conservar el apio entero y hervirlo durante media hora en aproximadamente dos litros de agua, para una cantidad equivalente de hortaliza de la que puede tener un ramo.

Resultará alrededor de un litro de la infusión que puede conservarse durante varios días.