Las nuevas armas terapéuticas contra la artrosis han revolucionado el tratamiento de la enfermedad, que hasta hace poco contaba únicamente con fármacos que se limitaban a tratar los síntomas. Recientes estudios demuestran que los denominados fármacos condoprotectores pueden frenar el deterioro articular comportándose como un fármaco modificador de la patología. El doctor Giménez Basallote calificó la nueva terapia como segura y eficaz. "Está compuesta, entre otras cosas, por corteza de marisco, tráquea de vaca y cartílago de tiburón, sustancias naturales".

Sergio Giménez Basallote es coordinador del Grupo de Trabajo Locomotor de Semergen, y encargado de coordinar la mesa-debate 'Últimos avances en Artrosis' que se celebró ayer en el marco del 32 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), que hoy se clausura en Maspalomas. "A pesar de la polémica que se ha suscitado en torno a los fármacos condoprotectores, los estudios avalan su efecto como calmante de los síntomas, es decir del dolor, tiene un efecto antiinflamatorio contrastado, pero una de sus mayores virtudes es que evita que el cartílago se siga deteriorando".

Las consultas sobre patologías del aparato locomotor constituyen uno de cada tres motivos de consulta en Atención Primaria, siendo el 70% de ellas vinculadas a la artrosis. Causa el 15% de todas las urgencias, con una especial incidencia entre los 60 y 69 años y, especialmente entre las mujeres, con una proporción de 3 a 1 respecto a los hombres.

Asimismo, constituye la segunda causa de demanda en Atención Primaria en los mayores de 55 años, y la tercera por debajo de esa edad. Giménez añadió que el 20% de la población mayor de 16 años tiene signos radiológicos de artrosis, cifras que se incrementan al 80% en los mayores de 65 años.

Como novedad, apuntó que se ha podido determinar que la inflamación puede estar presente desde el principio de la enfermedad y que cuanto mayor es el derrame peor y más rápida es la evolución de la patología. "Esto es importante porque define qué tratamiento farmacológico emplear", y reiteró que estudios recientes como 'GAITH' han demostrado que "el uso combinado de dos fármacos condoprotectores, el condroitín sulfato con sulfato de glucosamina, se comportaban muy bien en pacientes con artrosis moderada o avanzada de rodillas; y que el condroitín sulfato podría frenar el deterioro articular", concluyó.