El consejero de Educación, Universidades y Sostenibilidad, y vicepresidente del Gobierno canario, José Miguel Pérez, calificó como "un paso más del Ministerio hacia la destrucción del actual sistema de educación pública" la aprobación ayer en Consejo de Ministros del Anteproyecto de Ley de Mejora de la Calidad de la Educación.

Para José Miguel Pérez, según un comunicado difundido por la administración educativa autonómica, esta iniciativa supone una modificación "sustancial" en el reparto de responsabilidades entre las administraciones públicas y, además, introduce una "estrategia perversa" en el objetivo de mejorar el éxito escolar del alumnado, basada en la exclusión de estudiantes.

Con este anteproyecto, señala el responsable de Educación, "el Ministerio va a limitar las competencias de las comunidades autónomas para fijar contenidos propios dentro de los currículum, mediante la reducción del 10 por ciento en esta competencia, cambiando así el reparto de responsabilidades".

Pero, apunta el titular de Educación, eso no es todo. "El Ministerio quiere asegurarse el control total del curriculum y lo hace privando a las comunidades de la posibilidad de elaborar sus propias pruebas de evaluación".

En este sentido, José Miguel Pérez incidió en el hecho de que "las pruebas externas que realizarán los estudiantes serán elaboradas por el Ministerio, pero las responsables de su aplicación serán las comunidades autónomas".

Lo que supone que, con estas acciones, señaló en el comunicado la Consejería, "el Gobierno rompe profundamente con el reparto de responsabilidades entre las comunidades y la Administración central".

En lo que se refiere al rendimiento del alumnado, y la estrategia que apunta el proyecto normativo aprobado ayer por el Gobierno estatal para alcanzar mejoras en las tasas de éxito escolar, el consejero de Educación criticó que se basa en la "exclusión de alumnado".

Según José Miguel Pérez, el Ministerio "pretende reducir el número de alumnos que optan a la enseñanza obligatoria, ya que los opten a partir de los 15 años por la FP básica no obtendrán el título de ESO, ni tampoco participarán en las pruebas internacionales. Por tanto, se busca la mejora mediante la eliminación o, lo que es lo mismo, la separación de miles de alumnos potenciales de Secundaria y de las evaluaciones internacionales y sólo optarán a ellas los que hayan sobrevivido a esa exclusión".

El responsable autonómico de Educación criticó, así mismo, el hecho de que "este nuevo paso no nos fue anunciado a los representantes autonómicos en el documento que el Ministerio nos entregó en la reunión sectorial del mes de junio".