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Las gafas digitales llegan al Perpetuo Socorro

Del ordenador a la cabecera del paciente

El dispositivo dispone de reconocimiento vocal mediante vibraciones - Las gafas de Google se venden en el mercado por unos 900 euros

Con voz firme y en inglés, el cirujano Esteban Pérez navegaba ayer por las diferentes secciones del historial clínico que aparecían en el cristal de sus Google Glass. El especialista mostró, en la presentación de la aplicación, las utilidades de este dispositivo desarrollado por Google, que seguía sus indicaciones a través de la voz o de su dedo que deslizaba por la patilla que ya contiene el nombre y el logo del Hospital Perpetuo Socorro.

Y es que a partir del mes de septiembre las Google Glass formarán parte del equipo del centro hospitalario de la capital grancanaria, como hasta ahora los ordenadores o las tabletas. En una primera fase llegará una treintena de dispositivos para que los médicos se vayan familiarizando, pero la idea es que en una segunda fase el resto de especialistas trabajen con ellas.

La voz de Esteban Pérez, vicepresidente del Colegio de Médicos de Las Palmas, sonaba en inglés a la espera de que el dispositivo también reconozca el español. Con sólo deslizar el dedo por el lateral se iba introduciendo en los diferentes apartados e incluso ampliando detalles de las radiografías del paciente.

Las gafas incorporan una pequeña pantalla que en realidad es un prisma de cristal en el que se refleja la imagen, integrada a su montura y una cámara que permite grabar vídeos y realizar fotografías. Las Google Glass, que cuestan ahora mismo en el mercado unos 900 euros, disponen de reconocimiento vocal mediante vibraciones laríngeas y de transmisión de sonido a través de la conductividad ósea. También incorpora GPS, bluetooth, micrófono y conexión wifi que dota al usuario de una nueva forma de ver el mundo que le rodea, al añadir información el tiempo real.

"Las Google Glass nos liberan del puesto de trabajo informático", dijo el cirujano general Esteban Pérez, que demostró un espléndido manejo con el dispositivo. "El beneficio es para ambas partes porque en cuanto al paciente es una herramienta más para defender la confidencialidad, ya que sólo yo puedo ver el historial clínico", añadió.

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